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Jesús Tomillero, el árbitro gay, sufre una oleada de amenazas de muerte
- Ha denunciado los hechos en comisaría
Informalia
El colegiado ha presentado denuncia por "amenazas de muerte", a través de Twitter dos días después de haber arbitrado un partido que se vio obligado a suspender al ser insultado por una persona: "Vete a Gran Hermano, maricón", le gritaba desde la grada un energúmeno. Tomillero, el árbitro que reconoció su condición de homosexual hace un año, no está solo: el público se pone de su parte en los estadios y ha recibido menciones honoríficas del Rayo Vallecano o el Cádiz. Mariano Rajoy le ha dado su apoyo también. Por cierto que Tomillero es del Partido Popular y llegó declarar que quería dedicarse a la política y que el PP es su familia. Pablo Iglesias también le ha mostrado públicamente su respaldo en Twitter. El 'caso Tomillero' ha sido escuchado en toda Europa, Latinoamérica, Estados Unidos o incluso el South China Morning Post. Su historia se ha convertido en una cruzada. Hasta el Parlamento Europeo le ha reclamado para que hable.
Era Sábado de Gloria, un 26 de marzo. Se jugaba el partido de la Liga Andaluza Sénior en la Línea de la Concepción entre dos equipos de chavales de 14 ó 15 años. La Peña Madridista Linense recibía al Mirador. Era un partido más para Jesús Tomillero, árbitro con diez años de experiencia: ejercía desde los 11. "Es lo que más me gusta en la vida", solía contestar cuando le preguntaban.
"El partido transcurría normalmente hasta que el utillero del equipo local se enfadó por un fuera de juego y empezó a protestar, sin parar, desde la banda. Me acerqué y le dije que cambiase esa actitud, que no pasaba nada, que volviese al área técnica. Y siguió, y siguió... Así que me tuve que acercar y decirle, básicamente, que o se sentaba o le expulsaba", relata Tomillero. La respuesta del utillero, rodeado de jugadores adolescentes fue contundente: "Eres un comepollas y te gusta que te partan el culo, maricón. Te espero fuera".
Tomillero no se echó atrás e incluso trató de reconducir la situación hacia el diálogo pero no hubo forma y se repitieron las descalificaciones y las malas formas. El delegado de campo no solo se negó a llamar a la Policía como indica la norma y el más elemental sentido común sino que atacó a la víctima de los insultos: "Te gusta meterte en líos", le dijo. Faltaba la segunda parte entera y el utillero continuó llamando "maricón" y "comepollas" al árbitro hasta el final.
Ya en el vestuario, le tres jugadores apedrearon su ventana y al salir, fue amenazado con "no pitar más". Llegó a su casa llorando y decidió contó esta historia en Facebook. Tomillero Benavente es homosexual y valiente: decidió ejercer su libertad vía Facebook y contar su vida y sus experiencias hace meses. "Estaba harto de la discriminación. Yo amo a quien me da la gana", afirma. En sus redes sociales cuelga fotos con su novio, David, con el que quiere casarse, da sus opiniones políticas y apoya la causa LGTB.
La sanción impuesta al utillero por el Comité de Competición de Cádiz fue de 9 partidos de suspensión y 30 euros de multa. "Es absolutamente lamentable", declaró a El Español al conocer esta decisión. "Se supone que con el deporte están formando a gente de 14 y 15 años", recordaba. Tomillero es el primer árbitro gay que reconoce en público su condición pero él asegura que hay miles que no salen del armario por miedo.
Y ahora llegan las amenazas de muerte: según explicó el propio Tomillero a Europa Press, los hechos se remontan al pasado sábado cuando arbitraba un partido entre el Atlético Zabal y La Salle de Puerto Real. El colegiado linense pitó un penalti y fue insultado desde la grada por una persona que "además es árbitro en activo de fútbol sala en Puerto Real", señala. "Retírate. Vete a Gran Hermano, maricón, chula", dijo que le gritaba desde la grada.
El público asistente reaccionó en favor del árbitro increpando al que gritaba y abandonó el recinto deportivo. Pero el futbolista que lanzó el penalti falló y entonces el aficionado volvió al campo para insultar de nuevo a Tomillero.
Esto, según ha explicado Tomillero, hizo que suspendiera el partido y se dirigiera al vestuario, reclamando la atención del delegado arbitral. En este punto, según ha indicado, también fue "amenazado" por un miembro de la Real Federación Andaluza que le "advirtió" de que si no volvía al campo a pitar "tendría noticias de él". Finalmente, el colegiado volvió al campo y pitó hasta la conclusión del encuentro sin más incidencias.
Ha sido tras los hechos relatados cuando Tomillero ha recibido en su Twitter mensajes con "amenazas de muerte" y con "una pistola" como fotografía ilustrativa de la misiva, advirtiéndole de que no debería haber denunciado con anterioridad, lo que ha hecho que interponga denuncia en la Comisaría de Policía, que se encuentra investigando los hechos.