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La vida en la Villa Olímpica: sexo por dinero, hurtos y hormonas en ebullición

  • El informe de un medio brasileño muestra el lado oculto de los JJ.OO.

Informalia

Las aventuras y desventuras de los atletas en el complejo donde residen en Río está adquiriendo una importancia similar que su desempeño en las distintas pruebas de estos Juegos Olímpicos. Los escándalos sexuales, los hurtos y las detenciones se están convirtiendo en el día a día de los deportistas de la Villa Olímpica, un lugar que está en el centro de la atención mediática mundial. Tanto es así que desde el portal brasileño GloboEsporte.com han elaborado un informe poniendo sobre la mesa los casos que han revolucionado al planeta.

"A pesar de lidiar día a día con una ciudad con altos índices de criminalidad, los casos generan sorpresa", admiten las autoridades de Brasil, que agregan: "Los casos sorprenden porque la persona que viene a competir a los Juegos Olímpicos en un deporte, representando a su país, ¿por qué hace esto? El deporte es predicar la paz".

El boxeador marroquí Hassan Saada (22) ha protagonizado uno de los casos que mayor trascendencia ha tenido. El deportista, que iba a competir en la categoría de hasta 81 kilos, quedó detenido acusado de haber acosado a dos camareras de la Villa. Según la policía, Saada llamó a las dos mujeres a su habitación para solicitar una información y, cuando estaban en el cuarto y supuestamente frente a otros dos atletas, las acosó físicamente antes de que las víctimas pudieran huir.

También otro boxeador, Jonas Junias, abanderado de Namibia, ha sido acusado de acoso sexual por una camarera. El atleta fue llevado a la comisaría de Recreio, desde donde fue enviado al complejo penitenciario de Bangu. Pero fue liberado tras petición de su defensa. El jueves perdió por decisión unánime ante el francés Hassan Amzile. Ahora tiene litigios judiciales pendientes de resolver en Río.

En lo que respecta a los hurtos, las autoridades han revelado que existió un robo de 20.000 reales (5.511 euros) realizado en una habitación de varios atletas. Este pasado sábado, el director de comunicaciones de Río 2016, Mario Andrada, lo confirmó y anunció que el culpable fue un empleado: "Fue detenido y se le devolvió el dinero a su propietario", dijo.

Durante la madrugada del domingo, Ryan Lochte, ganador de seis medallas de oro, y tres de sus compañeros de equipo, Gunnar Bentz, Jack Conger y Jimmy Feigen fueron asaltados por hombres vestidos como policías mientras ellos regresaban en taxi desde una fiesta en el barrio de Jardim Botanico a la Villa de los Atletas.

"Su taxi fue detenido por individuos que se hicieron pasar por agentes de policía armados y exigieron el dinero y otras pertenencias personales de los atletas. Los cuatro deportistas están bien y están cooperando con las autoridades", confirmó el vocero del comité olímpico de Estados Unidos, Patrick Sandusky.

El informe del portal brasileño también habla sobre las ofertas sexuales que los atletas han realizado tanto a voluntarios como a empleados de ambos sexos. Algunos deportistas ofrecerían hasta 500 reales (140 euros) por mantener relaciones sexuales.

En los últimos días además, ha surgido un escándalo sexual que ha provocado que la saltadora brasileña Ingrid de Oliveira fuera expulsado de la Villa Olímpica. La joven protagonizó una "maratoniana noche de sexo" con el remero Pedro Conçalvez la noche antes de competir. Ella y su pareja de saltos quedaron últimas.