Regresa al ruedo Cristina Sánchez, la torera que vetaba Fran Rivera
- Comparte cartel con Ponce y El Juli
Martín Alegre
Cristina Sánchez ha vencido al machismo del mundo de los toros. La matadora más importante que ha habido en España se viste de nuevo de luces después de 17 años. Lo hará el próximo 20 de agosto en la Feria de Cuenca. Comparte cartel con dos de los grandes: Enrique Ponce y El Juli. Mucho antes de que llevara a su niña bebé a torear en sus brazos, Fancisco Rivera Ordóñez fue uno de los que vetaron a Cristina, según ella misma contaba, que se quejaba del machismo en el universo taurino. Respeto a los taurinos, sí; y también a las taurinas.
Es el suyo un retorno puntual que casi le cuesta el divorcio de su marido, el portugués Alejandro da Silva, antiguo banderillero de su cuadrilla y padre de sus dos hijos, con el que se casó en junio del año 2.000. Cuando Cristina le dijo que deseaba vestirse de luces en Cuenca, Alejandro amenazó con el divorcio a la espera de lo que dijeran sus dos hijos.
Y para sorpresa de la familia, los chicos apoyaron a Cristina porque les hacía ilusión verla torear ya que nunca habían tenido ocasión de estar en la plaza con su madre en el ruedo. Cristina dejó el toreo con gloria y también con amargura.
Algunos ilustres matadores no estaban a gusto con que una dama tomara el capote, y parte del mundo del toro le hizo la vida imposible sólo por ser mujer. Ninguna de las grandes figuras no obstante dudó jamás de su valor y de su arte. Enrique Ponce, entre otros, fue uno de sus grandes defensores y es con el marido de Paloma Cuevas con quien vuelve a compartir tarde histórica.
Cristina nunca señaló a nadie con nombres y apellidos pero Jesulín de Ubrique y Francisco Rivera, considerados para algunos símbolos de la hombría nacional, se negaron a compartir cartel con ella. Una actitud que le cerró en su momento la puerta de plazas importantes y precipitó que dejara la profesión.
Ahora es una importante comentarista taurina y hace unas semanas vivió en directo la cogida mortal de Víctor Barrio en Teruel mientras hacía la crónica de la corrida para la televisión de Castilla?La Mancha. Cristina vuelve con ilusión, miedo y mucha responsabilidad. Pero sobre todo con la sensación de haber ganado una batalla para la mujer.
La corrida del 20 de agosto en Cuenca será a beneficio del Hospital del Niño Jesús de Madrid. "Está preparadísima físicamente y además sus niños no paran de darle la matraca", declaraba el empresario Maximino Pérez, que organiza un año más la Feria de San Julián, al crítico Zabala de la Serna. Cristina toreará para ayudar a los niños con cáncer y sus honorarios irán destinados íntegros a la causa de la oncohematología.
Ella está muy preparada físicamente: corre maratones y triatlones. El Juli, compañero de Cristina en San Julián, renunció la pasada temporada a los honorarios de los seis toros que mató en solitario en Cáceres a la lucha contra el cáncer infantil.