Este nieto de la duquesa de Alba celebra boda en Liria con una experta en arte

La duquesa Cayetana estaría encantada con la futura esposa de Luis, uno de sus nietos. El 1 de octubre se celebrará en el palacio de Liria la boda de Adriana Marín con Luis Fitz James Stuart y Hohenlohe, hijo mayor de Alfonso, el segundo hijo de la duquesa y actual duque de Híjar, de 65 años.

Adriana Marín, además de formar parte de una familia de la mejor sociedad y gran fortuna, es una experta en el mundo del arte, la afición que apasionaba a Cayetana, lo que la ha llevado a ocupar un puesto importante en la delegación española de Christie's, una de las salas de arte y subastas más importantes del mundo.

A la muerte de su abuela y en el reparto de títulos de la Casa de Alba, Alfonso cedió a su hijo mayor Luis, de 38 años, el ducado de Aliaga que hasta ahora ostentaba él mismo. Licenciado en Derecho y con amplia experiencia económica, Luis se encarga ahora de llevar los asuntos financieros y empresariales de su padre, relacionados con el patrimonio heredado de la duquesa.

Alfonso estuvo casado con María Hohenlohe, una joven de buena familia, origen aristocrático, y de una saga muy cercana a los Alba desde la infancia de Cayetana. Sin embargo, a pesar de todas estas circunstancias, Cayetana rompió las buenas relaciones que tenía con su nuera y sus antiguos amigos los Honhenlohe por un tema aparentemente banal, el uso de una joya de la familia Alba que la duquesa quería que su futura nuera luciera en la boda.

Más adelante, el trato entre la aristócrata y su hijo Alfonso quedó roto porque él tomó partido por su esposa, estuvo sin tratar a su madre durante años y no pisó durante mucho tiempo el palacio de la calle de la Princesa.

La separación del duque de Aliaga y María Hohenlohe suavizó el enfrentamiento entre Cayetana y su hijo, incluso al cabo de los años la duquesa se reconcilió con María Hohenlohe, su ex nuera.

Hoy Cayetana estaría contenta de abrir las puertas de su histórica mansión a su nieto mayor para la boda que devolverá la vida y el glamour al palacio de Liria, apagado desde su muerte.