La madre de Alba Carrillo: "Feliciano lloró a sus pies para convencerla de casarse"
- Lucía toma la palabra para defender a su hija
Informalia
Lucía, madre de la modelo, ha decidio salir al paso de las últimas noticias sobre la separación de su hija y el tenista. Acusada por el entorno de Feliciano de entrometerse en la vida de pareja de Alba y el deportista, la progenitora de la maniquí admite que "intervino" dos únicas veces y revela los secretos de un matrimonio que se ha convertido en una guerra sin cuartel en tan solo 11 meses.
"Me opuse a esa boda porque sabía que era una equivocación. Vi cosas en la pedida de mano que no me gustaron. Incluso telefoneé a los padres de Feliciano pocos días antes de que se casaran para que convencieran a su hijo de que su idea no era la correcta. Porque, a pesar de lo que se ha explicado, fue él quien quiso que formalizaran su relación, el que lloró a los pies de Alba para que se casara con él", revela la madre de Carrillo en una desgarradora entrevista en ¡Hola!.
A pesar del aviso, el tenista y la modelo se dieron el "sí quiero", un momento en el que la relación comenzó a debilitarse. "Todo cambió cuando se casaron. Mi hija empezó a sentirse incómoda. Feliciano descuidó su relación y estaba ausente, lo que provocó que ella llorara angustiada, desesperada", explica.
Tras el enlace, los problemas llegaron antes de lo esperado. De repente, Alba y Feliciano se habían convertido en auténticos desconocido: "Algó pasó. Alguien creyó que había que proteger a la gallina de los huevos de oro y empezaron las diferencias. Está claro que malmetieron e hicieron que mi hija sufriera mucho, cuando ella lo único que quería de Feliciano era su corazón. Aquella época fue muy dura", recuerda Lucía entre lágrimas. "Mi hija se levantó de una comida y abandonó un restaurante después de un desencuentro familiar", añade.
En aquellos instantes, Alba siempre buscaba consuelo en su madre, quien rememora lo que le solía decir: "Le hacía reflexionar si tanto sufrimiento era necesario, pero siempre me respondía que estaba enamorada y que quería luchar por su matrimonio. No me dejaba más opción que apoyarla y protegerla".
Sobre las críticas que ha recibido acerca de entrometerse en la relación, Lucía reconoce haber intervenido tan solo dos veces: "Solo intervine en dos ocasiones. La primera, cuando quise evitar la boda, la segunda, cuando decidí hablar cara a cara con Feliciano porque no podía soportar más lo que estaba pasando ¡es mi hija!", desvela.
En su charla con el medio, la progenitora de la top model recuerda emocionada el instante en el que se publicaron una serie de fotografías en las que Feliciano aparecía acompañado de una guapa morena en Miami: "Mi hija aguantó el tipo y confió ciegamente. Le defendió de todo porque estaba ciega de amor. Intentan buscar justificación a todo, pero la verdad es que ella ahora no puede vivir con ese dolor".
Una vez anunciada la separación, Lucía asegura que su hija está un tanto desconcertada, "en estado de shock", porque "es romántica y tradicional, sensible y bobalicona". "Me pregunto si compensa el amor en el que ha crecido con su sufrimiento ahora", se cuestiona. Las lágrimas vuelven a brotar cuando habla de su nieto Lucas: "Tiene cuatro años y nos pregunta, preocupado, si Feli está bien. Como abuela, se me encoge el corazón cada vez que viene y me pregunta por qué ya no le llama. Intento no llorar y recordarle que está fuera y que difícilmente le volveremos a ver. Me hubiera gustado que se hubiera despedido de él, porque estaban muy unidos".
Ahora que arrecian las críticas y cada día aparecen nuevas noticias sobre su ruptura, Lucía se declara muy orgullosa de su hija: "Claro que tiene mucha personalidad y carácter. Estoy orgullosa de haberle enseñado a amar como ella ama y a pelear contra las injusticias como ella hace, pero en televisión se está exagerando y se hace daño".
Sobre todo lo sucedido, la madre de Carrillo tiene una conclusión: "El problema real es la mentira, difícil de encajar...pero la relación de Alba y Feliciano ha sido real por parte de Alba y nuestra. Las cosas no han funcionado, y no pasa nada, pero lo que no se puede consentir jamás es que, para limpiar una vida, ensucien otra. No les voy a consentir ni una mentira más".