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Rafael del Pino: el divorcio del 'jefe' de Ferrovial no saldrá barato

  • Se separa de su segunda mujer, Astrid Gil Casares

Informalia

El presidente de Ferrovial y Astrid Gil Casares han decidido poner fin a su matrimonio después de diez años según informa El País. El diario de Prisa, que no cita fuentes, titula "Divorcio millonario para Rafael del Pino" y recuerda que el empresario posee un 20,25 % del accionariado de la cotizada, una participación valorada en casi 3.000 millones de euros. Para la sexta fortuna de España (según Forbes) éste era su segundo matrimonio, después de enviudar; y el primero para ella.

Rafael del Pino, de 57 años,  y su mujer, Astrid Gil-Casares, de 43, han saltado a las páginas de la crónica social por segunda vez en diez años: la primera fue durante su boda, celebrada en Chinchón, en 2006. Y la segunda ha sido ahora, cuando se ha filtrado que se separan. La nota firmada por Mabel Galaz en el diario no aporta detalles sobre las razones que han llevado a la pareja a tomar caminos separados si bien se conocía desde hace ya meses en determinados ambientes de la alta sociedad empresarial que la relación matrimonial que mantenían el dueño de la constructora y su mujer no iba bien. Se da por hecho que la decisión se ha tomado como última solución, una vez se habían agotado todas las opciones.

La segunda boda de Rafael del Pino, hace ahora diez años, tuvo lugar en la iglesia de la Asunción: entre los rostros populares estaban Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal, Isabel Sartorius, Mar Flores, con su entonces esposo Javier Merino, Eugenia Martínez de Irujo, Isabel Preysler, entonces acompañada de Miguel Boyer,  Alberto Ruiz Gallardón, el presidente de Iberdrola Ignacio Sánchez Galán, Juan José Hidalgo, de Globalia y hasta 200 invitados a la ceremonia, número que aumentó hasta 800 en el posterior ágape. Todos admiraron la belleza de esta dama rubia y de ojos azules que lució un sofisticado y elegante diseño de Manuel Mota para Pronovias.

La primera mujer del ingeniero de Caminos, Cristina Fernández Fontecha y Torres, falleció seis años antes de este segundo enlace: dejó al empresario con tres hijos varones, Rafael, Hernando y Juan, apenas unos adolescentes, hoy ya veinteañeros. La trágica muerte ocurrió cuando navegaban por las aguas de Baleares a bordo de su yate. 

Astrid es hija de Santiago Gil-Casares Armada y su segunda mujer, la francesa Astrid Marie Marlier. Con Astrid, la mujer de la que ahora se separa, Del Pino ha tenido tres niñas que aún son pequeñas y cuya situación, como con quién van a vivir, tras consumarse el anunciado divorcio tendrá que acordarse o bien ser decidida por el juez. Astrid trabajó antes e casarse en la banca Rothschild de París y en la JP Morgan en Madrid. El noviazgo duró dos años.

Del Pino posee el 20,25% del accionariado de Ferrovial, compañía de la que es presidente, y cuya mayoría domina a través de una sociedad con sede en Holanda, Rijn Capital BV. Su patrimonio en esta compañía está valorado en más de 3.000 millones de euros, lo que le convierte en la sexta fortuna de España, según la lista Forbes. Fue en el año 2000 cuando heredó de su padre la presidencia de Ferrovial.

Un accidente en el océano Índico mientras hacía la vuelta al mundo en barco fue lo que impidió al patriarca de la familia, Rafael del Pino Moreno, continuar en la brecha de una empresa que había fundado en 1952. Desde aquel accidente estuvo imposibilitado. Murió en 2008 a los 87 años, apenas un mes después que falleciera su cuñado, Leopoldo Calvo-Sotelo, ex presidente del Gobierno.

Los cinco hermanos del Pino (Fernando, Javier, Leopoldo, Joaquín y Maria) rompieron sus intereses  empresariales  tras el fallecimeinto de su padre en los holdings familiares que tenían, denominados Portman Baela y Casa Grande de Cartagena, este uno de los mayores family offices de España.

Rafael del Pino decidió separar sus intereses económicos de sus hermanos y madre, Ana María Calvo Sotelo y gestionar independientemente la parte que le correspondía de la fortuna familiar a través de su propio family office. Uno de sus buques insignia es Family Blend, radicado en las Islas Vírgenes, un paraíso fiscal.