Ana Boyer: "En la herencia de mi padre está todo muy claro"

La hija de Isabel Preysler contesta a las últimas polémicas en las que se ha visto envuelta su familia durante la presentación de Ipanema en Madrid, la marca de la que es imagen. La herencia de su padre, su trabajo, la boda de su madre con Mario Vargas Llosa... No se ha dejado nada en el tintero.

Ana Boyer se ha mostrado firme y muy tajante con el tema de la herencia de su padre, Miguel Boyer, que su hermana Laura reclamó hace unas semanas acusando a Isabel Preysler de mantenerla 'embargada': "Yo creo que es un tema que se ha complicado al final porque hay demasiada gente opinando, pero está todo bastante claro. Hay unos plazos que son muy amplios, pero todo se resolverá antes porque el albacea, que es mi tío, está trabajando en ello". A pesar de toda la polémica, asegura que su relación con sus hermanos por parte de padre es buena: "Mi relación con ellos es buena, nos vimos hace dos meses. No he tenido que hacer de intermediaria entre mi madre y ellos porque la situación no ha sido tan complicada".

Polémicas aparte, lo cierto es que Ana Boyer parece estar viviendo un buen momento. Asegura que su relación con Fernando Verdasco marcha viento en popa ahora que viven juntos: "Discutimos muy poco, la convivencia es genial". De hecho, en los últimos meses se han vuelto inseparables, ya que ella le acompaña a lo largo y ancho del mundo en la competición de la ATP, para lo que se publicó que había dejado su trabajo en una consultoría: "Yo nunca he dicho que pidiera una excedencia y todo lo que tiene que ver con mi trabajo quiero dejarlo al margen porque no tiene nada que ver".

En la casa de los Preysler ya suenan campanas de boda pero no precisamente la de Ana y Fernando ("Para eso y para un hijo todavía queda", asegura la joven) sino la de su madre: "Puede ser que haya boda, aunque a mí no me consta que Mario se lo haya pedido, pero si ella es feliz así mis hermanos y yo también. Me gusta mucho Mario, es amable y cercano". Además, asegura que a su madre le ha sentado peor la fotografía del tango en la portada de ¡Hola! que la investigación de Hacienda: "Lo de Hacienda es algo rutinario, pero la fotografía le incomodó porque era privada".