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Tamara Falcó, una feligresa en el Vaticano
- Acude la Ordenación Sacerdotal de un amigo
Informalia
La hija de Isabel Preysler ha disfrutado de unos días muy espirituales en Roma. Hasta allí voló el pasado sábado para acudir a una cita muy especial: la Ordenación de Sacerdocio de un amigo muy cercano. Eso sí, ya que estaba, aprovechó el viaje para "visitar a una tía abuela" y rezar unas oraciones en el Vaticano.
Ella misma lo ha contado todo en las redes sociales, donde se mostró feliz de regresar a la ciudad eterna y volver a la pequeña ciudad-estado en la que reside en Sumo Pontífice: "En San Pedro. He pasado por la puerta, ahora me falta la misa, la oración por las intenciones del Papa y la confesión", decía ella con una radiante sonrisa de oreja a oreja.
La penúltima hija de Isabel Preysler descubrió la religión y la espiritualidad hace ya tres años. No sólo estudió la Biblia, se convirtió en una feligresa habitual de su parroquia y recibió el sacramento de la Confirmación sino que desveló que podría sentir la llamada de Dios y atenderla sin problemas: "No descarto meterme a monja". Ese momento aún no ha llegado y aunque está claro que Tamara continúa vinculada a la vida religiosa, su entrega no es tan apasionada como en épocas anteriores.
Parece que la hermana de Ana Boyer ha vuelto a sucumbir a los placeres y problemas terrenales. Hace unos días, anunció en su blog que estaba inmersa en la Operación Bikini, con dieta y ejercicios específicos, y acudía a un exclusivo centro estético de la capital para 'rematar' su esfuerzo por lucir estupenda este verano.