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Rodrigo Rato acude al funeral de su cuñada tras su retiro espiritual

  • Presente en el tanatorio, donde dio el pésame a su sobrina

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A pesar de no aparecer en ninguna fotografía, cumpliendo con su objetivo de pasar desapercibido, el que fuera mano derecha de José María Aznar estuvo presente en el funeral de su cuñada, Felicidad Salazar, celebrado este lunes. Ichu, como la conocían sus más afines, falleció el pasado sábado a los 73 años a causa de una enfermedad pulmonar.

Aunque la vida le ha golpeado de nuevo, Rodrigo Rato trata por todos los medios de mantener su mente fuerte y pura para resistir los varapalos que le van llegando. Ahora se ha sabido que cultivó su espíritu y buscó la paz y la serenidad contemplativa en un monasterio budista esta semana santa. Fue un proceso de transformación y realización personal.

Desde diez de la mañana hasta la una de la tarde un famoso gurú californiano discípulo del Dalai Lama dirigía sesiones teórico-prácticas de meditación. Después había una pausa para la comida (estrictamente vegetariana, sin pescado ni huevos) y la sesión de meditación de la tarde (que concluía hacia las siete menos cuarto). Tras la cena vegetariana, se iniciaba la sesión de meditación nocturna, que finalizaba hacia las diez de la noche. El profesor californiano, presidente del Instituto de Estudios de la Conciencia de Santa Bárbara y director del Centro Thanyapura de la Mente de Phuket (Tailandia), contaba además con la colaboración de un monje budista del templo para guiar la meditación.

Luis Rendueles y su compañera Vanesa Lozano lo cuentan en Interviú: Rodrigo Rato ha estado seis días en silencio y meditación. Comiendo y cenando vegetales. Ha trascendido ahora pero ocurrió la pasada Semana Santa en el retiro de Shamatha, dirigido por el gurú norteamericano Alan Wallace en el Centro Internacional de Estudios Budistas en Pedreguer (Alicante).

El semanario relata que Rato acudió a un retiro diseñado para proporcionar "una comprensión teórica y procedimental suficiente que les permita continuar con eficacia hacia ese extraordinario estado de equilibrio mental y físico", según reza el programa del curso.

El expresidente del FMI acudió sin su mujer y se apartaba del grupo. Eso sí, llevaba, como todos, su zafú, un cojín para meditar. "Se sentaba a veces en postura de yoga, pero en una silla", relata al semanario un testigo que coincidió con el ex vicepresidente del Gobierno.

Su jornada empezaba a las ocho de la mañana, una hora después que los otros participantes, con una sesión de meditación. El profesor Wallace (antiguo colaborador del Dalai Lama) con la ayuda de una traductora, impartía sus clases de meditación durante duraba 24 minutos. "Te va guiando paso a paso para aprender la meditación Shamata", explica a Interviú el compañero de retiro de Rato en el centro budista.