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Andrés Pajares reaparacece junto a su hija Mari Cielo

  • Ella ha superado su enfermedad

Martín Alegre

Lejos quedan aquellos tiempos en que la familia Pajares escenificaba sus escándalos domésticos en los platós de televisión. Hoy, a los 76 años, Andrés Pajares dice que está enamorado y reaparece en una serie de televisión, y anuncia este regreso junto a Mari Cielo, la hija rebelde que declara su admiración y apoyo incondicional a su padre.

Pajares se ha convertido en un actor de culto, descubierto por la crítica en aquella inolvidable ¡Ay Carmela! de Carlos Saura. Con el guión de Rafael Azcona, y Andrés Vicente Gómez en la producción, se construyó una obra memorable que Pajares, y su compañera Carmen Maura bordaron junto a un gran Gabino Diego. Todos se llevaron el Goya. En total el filme se llevó 13 cabezones, una película que supuso un antes y un después en la carrera del cómico, situada en las antípodas del cine español del destape que Andrés protagonizó junto a Esteso y las consabidas suecas en bikini.

Después de su última aparición en Torrente 5 y en La daga de Rasputín hace dos años, Pajares rueda la serie Paquita Salas que emitirá Antena 3 en internet. Los directores Javier Calvo y Javier Ambrossi, aclamados por los críticos por el musical La llamada, han querido contar con Pajares como personaje principal de uno de los capítulos de la serie. Y el actor está encantado de trabajar con estos jóvenes de gran talento.

Pajares parece haber superado los problemas importantes de salud que le apartaron del trabajo, además de algún amorío fallido, los disgustos por las trifulcas familiares de sus hijos Andrés Jr, Mari Cielo, el ex yerno que le amenazó con una pistola, su ex mujer, Chonchi, una hija secreta y una cuñada que le ponía verde en el vocerío televisivo.

Ahora pasa una época tranquila, cerca de una recuperada Mari Cielo, que ha vuelto a vivir en España después de unos años en Los Angeles y se encuentra mejor después de superar una extraña enfermedad autoinmune. Las dolencias de su hija hicieron posible ese acercamiento con sus padres que ha devuelto la paz al clan Pajares.