Rafa Nadal: la ex ministra francesa que le acusó de doparse es tachada de cotilla en su país

Rose­lyne Bache­lot, la exministra francesa que dijo que Rafa Nadal se había dopado pero sin aportar prueba alguna, es protagonista de un nuevo escándalo que se publica este martes en la prensa de nuestro país vecino. Bachelot acusó a su predecesor en el ministerio de "dejar mensajes guarros en el teléfono móvil que la dejó". Bachelot no ha demostrado la existencia de los sms pero ha dicho que su colega en el cargo "era un cerdo, un verdadero cerdo".

Rose­lyne Bache­lot es una política francesa conservadora que ha ocupado en su país entre otros cargos los ministerios de Sanidad y Deportes, Ecología y también el de Solidaridad y Cohesión social.

Parece mentira que una persona que haya ejercido tales responsabilidades pueda afirmar sin pruebas que un deportista con una trayectoria tan intachable como Rafa Nadal. Pero es que Rose­lyne Bache­lot es a sus casi 70 años una política polémica. En España nos enteramos de su existencia porque insultó a nuestro mejor tenista pero en el país vecino padecen desde hace mucho tiempo sus salidas del tiesto.

Esta misma semana la prensa gala publica un escándalo con tintes sexuales y en el que la ex ministra de Sarkozy queda como una especialista en inventarse cosas sin luego aportar pruebas para demonstrar lo que dice. En Francia varios periodistas la llaman chivata y cotilla.

La nueva polémica de Bachelot surge este martes pero debemos remontarnos en el tiempo: en 2002 entraba a formar parte del Gobierno galo (el primero al que accedió) y, como es habitual, recuperaba los efectos dejados por su predecesor en el cargo, entre ellos, un teléfono móvil repleto de mensajes "muy calientes" que le divirtieron "muchísimo". Acusó públicamente a Yves Rochet, su predecesor, ministro de Medio Ambiente con el socialista Lionel Jospin. 

Era mayo de 2002, justo después de la reelección de Jacques Chirac y Bache­lot fue nombrada su sucesora: ministra de Ecología y desarrollo sostenible. Tal y como cuentan los periodistas Laurent Bazin et Alba Ventura en Le bal des dézin­gueurs, la curiosa sorpresa en este movimiento de ministros fue que en el kit ministerial dejado por su predecesor, esta polémica mujer asegura que halló un contenido cuando menos sorprendente: el antiguo ministro (de izquierdas) se había olvidado de borrar y por tanto se había dejado varios sms "de lo más atrevido". Solo dijo esto sin más detalles.

Meses tarde, cuando llegó a oídos de varios reporteros el asunto, Rose­lyne Bache­lot, que jamás mostró una prueba que sostuviera sus descalificaciones, fue abordada por varios redactores en una cena de la inauguración de la exposición de Modi­gliani en el senado.

Ante la insistencia de los informadores para que la entonces ministra revelara (y mostrara) el contenido de los controvertidos sms, ella se negó: "No, no, no voy a leeros los mensajes", clamaba Bachelot, al parecer con falsa indignación.

"No se conocerá nunca el contenido exacto de los mensajes", decía. Pero tampoco podía probar que fueran ciertas sus acusaciones.

Finalmente y tras hacer como que se hacía de rogar, Rose­lyne Bache­lot exclamó en público: "¡Era un cerdo, un verdadero cerdo!". Y luego añadió: Yo no dudaba de que él pudiera ser así". Los periodistas que revelan todo el escándalo terminan su relato diciendo que era "una verdadera cotilla·.