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Isabel Pantoja: así es su vida en libertad

  • El Revistero

Sara Tejada

Posiblemente, de todos los jugosos contenidos e imágenes que nos brindan esta semana las revistas del corazón, la más interesante y periodística sea la fotografía de Isabel Pantoja, que ríe y llora a la vez, tras recuperar la libertad. El semanario dice que la madre de Paquirrín busca piso de alquiler en Madrid y que prepara su viaje a México para ultimar su nuevo disco.

En sus primera páginas la revista hola penetra por primera vez en el impresionante ático de Ana Boyer y Fernando Verdasco, piscina privada, etc y vecino del de Esther Koplowiz. Nivelazo el del tenista y la hija de Miguel Boyer e Isabel Preysler.

El ático de Boyer y Verdasco es espectacular, con vistas. Pero algo no encaja. ¿Qué es? Ya está: el estilismo, un poco catálogo de Mobilandia. Demasiados chismes anodinos que no sirven para nada en las mesas del salón y unos espejos con marco tipo rayos del sol, tipo hoteles de Benidorm años 50. Y demasiadas naranjas por todas partes. Mientras corta unos tomates, la hija del superministro socialista explica que ni ella ni el tenista saben nada de cocina y de paso deja caer que no se fue de casa de su madre molesta por la rapidez con la que Isabel sustituyó a Boyer por Vargas Llosa. Y como Ana siempre dice lo mismo, acabaremos por creerla.

El nuevo posible romance de Laura Ponte, junto a hipster disfrazado de bohemio-chic como ella, sucede en las páginas de Hola a otras noticias de su ex marido Beltrán Gómez Acebo, recién casado (¿de penalti?) con Andrea Pascual. En el mismo número se junta también Mónica Martín Luque, cuyo ex marido Fernando, otro hijo de la infanta Pilar, va a ser padre (con lo poquita cosa que es Coco, como le llaman en la familia). Este sí lo confirma.

Y vuelve en Hola el simpático duelo mediático de Presyler-Vargas Llosa versus Griñón-Esther Doña. El marqués ha ido a operarse de la vista (cansada) con el doctor Fernández Vega en Oviedo y como procede con la climatología asturiana, los amantes se besan bajo la lluvia, tipo Gene Kelly y Debbie Reynolds (sí, la mamá de la Princesa Leia, Carrie Fisher), bajo un paraguas prestado por el hotel de la Reconquista donde se han alojado. Sería muy malpensar hablar de publicidad encubierta.

Ya en Madrid, el marqués de Griñón y doña Esther se fueron a comer a Ten con ten con Richard Gere y su novia española, Alejandra Silva. De Máximo Valverde, un antiguo amor de Doña, a Griñón y Richard Gere, el ascenso en el escalafón de Esther Doña es imparable y vertiginoso.

También visitaron el taller del modista Hannibal Laguna, que va a diseñar el vestido de Rocío Carrasco, aunque no es probable que lo pague la hija de La Más Grande. Laguna es especialista en novias y fiesta. Esto se anima a pensar en ceremonias, en iglesias o en juzgados, en fincas o en palacios.

Y llegamos ya a la presentación socio-literaria de Vargas Llosa y Preysler en el Círculo de Bellas Artes, donde no faltó ni Ana Botella, muy favorecida desde que dejó la alcaldía de Madrid, hecha un desastre, por cierto.

La revancha de Hola después de los despectivos comentarios del premio Nobel sobre esta revista en particular y la prensa rosa en general se concreta en un posado, sí, sí, posado del escritor en la sacrosanta biblioteca de la casa de Boyer-Presyler en Puerta de Hierro. Y si no es la biblioteca, es la sala favorita del padre de Ana, y hay muchos libros. Llámalo biblioteca o no. Ahora entendemos el porqué de la marcha de Ana Boyer de la casa de mamá.

Y como colofón al número, Hola ofrece el paseo madrileño de Marina Danko, ex del torero y pintor Sebastián Palomo Linares, con el multimillonario suizo Fabio Mantagazza por las calles de Madrid. Marina se ha instalado en la mansión de Mantegazza en Lugano donde vive como una reina.

El subidón económico se nota en las fotos. De su brazo derecho cuelga un bolso Chanel de 5.000 Euros. Aunque en la otra lleve una bolsita de plástico. Parece de Farmacia, menos mal.

Lecturas

Frikis de plató aparte, la revista ofrece como otras publicaciones la boda de Jerry Hall (ex de Mick Jagger) y el magnate de la comunicación Rupert Murdoch, que ya recogimos hace días en Informalia. Estas celebraciones demuestran que entre gente civilizada el resentimiento -al menos en público- es de mal gusto. A la boda asistieron también Bianca, otra ex de Jagger, y las hijas que ha tenido el Rolling Stone con otras parejas. Por su parte, Murdoch a los 85, está hecho un pimpollo. Su cuenta corriente, también, claro. El que no estuvo fue el ex primer ministro británico Tpny Blair. ¿O es que no le vimos?

La supuesta rivalidad entre un vidente profesional, Octavio Aceves y otro aficionado, Ruphert, autodenominado ,"el peluquero de la estrellas", da lugar a que el peinador nos desvele algunos secretos de su vida profesional, como cuando a los cuatro años ya cambiaba el look de las putas de Tomelloso, su pueblo, que a los 20 le teñía el pelo a Federico Fellini, o que  un día Madonna le dijo aquella frase que acuña como bandera: "Ruphert,te necesito".

Semana

La boda de Alvaro, el hijo mayor de Ana Rosa Quintana y su ex marido Alfonso Rojo, noticia adelantada por Informalia en noviembre, es el tema estrella de esta revista. La periodista prepara para julio la fiesta nupcial de su hijo mayor, en la finca familiar de Jarandilla de la Vera.

Ana, la futura nuera de Ana Rosa, acompañó a su suegra al desfile de Tot Hom, la firma catalana favorita de Isabel Preysler, que celebró en Madrid. ¿Será Tot Hom la encargada del diseño nupcial?

Diez Minutos

La sonrisa de Isabel Pantoja en libertad , merece la portada de Diez Minutos y la del The New York Times si hace falta. Pantoja ya es libre de moverse por los escenarios nacionales, busca piso en el centro de Madrid, lejos de la mansión que tuvo que vender en La Moraleja, de tan nefastos recuerdos. La Panto podría estar preparando su primer concierto en México, eso sí, con permiso del juez, y ya tiene canciones escritas por Juan Gabriel para su próximo disco. El próximo fin de semana Pantoja asistirá al convite del bautizo de su nieta Ana, pero no a la iglesia sevillana donde Kiko Rivera cristiana a la pequeña, con muchos fotógrafos y reporteros. Pantoja estrena libertad ¿y exclusiva ?