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El marido de Mar Flores justifica su disgusto: "Es que soy muy serio"
- Fue fotografiado llorando al salir de la Audiencia
Informalia
Javier Merino negó ayer la evidencia: que salió de la Auidiencia Provincial de Madrid literalmente llorando, y con apariencia de estar más que preocupado hundido. El marido de Mar Flores justificó las imágenes difundidas por la revista Diez Minutos asegurando que él es muy serio.
Este miércoles la imagen de Javier Merino con el rostro desencajado y cara de sufrimiento llegaba a los kioscos en la portada de la revista Diez Minutos. Las fotografías estaban tomadas a la salida de la Audiencia Provincial de Madrid. El marido de Mar Flores abandonaba el tribunal tras el juicio penal por impagos a la Hacienda pública, por una cifra en torno a los dos millones de euros.
Preguntado por los reporteros por las instantáneas, el empresario y dueño de locales de moda de la noche madrileña como Fortuny dio a entender que no pasaba nada y explicó su aparente disgusto y bajo estado de ánimo diciendo que él es es muy serio. "No salgo afectado en absoluto. es que soy serio", dijo a los periodistas. "¿Lloroso yo? Salí muy contento, repitió ante los micrófonos este miércoles.
Presuntamente, Javier Merino habría simulado tener su residencia en Portugal entre 2000 y 2001 para pagar menos impuestos. Al juicio, que ha quedado visto para sentencia, no le acompañó su mujer.
Los magistrados aún no se han pronunciado pero Javier ha vivido el proceso con mucha angustia, tal y como relata el semanario, que retrata al empresario saliendo del juzgado con su abogado. En las imágenes difundidas este miércoles por la citada publicación puede apreciarse con claridad el momento de angustia que vive el que fue dueño de locales tan conocidos de la noche madrileña como Fortuny o La Sal.
Javier, que no contó con la compañía de su mujer y madre de sus cuatro hijos en el trance vivido hace días ante la Audiencia, atraviesa una de sus peores etapas: Los supuestos impagos corresponden a los ejercicios de 2000 y 2001, en los que el Estado se ha personado como perjudicado. Al parecer, Merino habría simulado residir en Portugal, presentando en el país vecino declaraciones de rendimientos patrimoniales muy inferiores a los reales. Y presuntamente lo hizo para eludir declaraciones de IRPF, hecho que supondría un perjuicio de casi dos millones para el erario público. Dos de sus hermanos han tenido que declarar como testigos en el juicio, que ha quedado visto para sentencia.
La revista dice que Mar Flores parece estar cansada y defraudada con los problemas que atraviesa su marido. En 2013 ya vivió el bochorno público cuando al empresario se le embargó el yate de 6 millones de euros. En la lujosa nave habían veraneado en Ibiza varios años y habían sido retratados por la prensa del corazón. Recuperaron el yate en 2014.
El semanario afirma que la paciencia de la modelo es está agotando después de que los embargos e impagos hayan dejado de ser sorpresas y asegura que Mar está intentando volver tener más presencia y trabajo en temas publicitarios y en sus nuevos negocios. Incluso especula con que ello podría ser el principio de una nueva etapa de su vida lejos del empresario.
No obstante, y aunque habrá que esperar a ver cómo evolucionan los acontecimientos, Diez Minutos resalta que en público la modelo sigue siendo uno de los principales apoyos de su marido.
Merino ya fue condenado a un año de cárcel el año pasado y a una multa de 1,7 millones de euros por un delito de uso de información privilegiada relacionada con la venta de acciones, tal y como recoge la revista. Por otra parte, y según publicó Abc, Merino suma una imputación en un presunto delito de cohecho en la trama de corrupción municipal de Estepona (Málaga), denominada Operación Astapa. La persona que le implicó en el asunto se suicidó en 2013.
Mar Flores y javier Merino se casaron en 2001 y juntos tienen cuatro hijos.