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El testamento de David Bowie, al descubierto
- Se publican las últimas voluntades del cantante
Informalia
El cantante dejó explicadas sus últimas voluntades en un testamento que ha visto la luz 20 días después de su muerte. Quería que la mayor parte de su fortuna fuese para su mujer y que sus cenizas descansaran en Bali.
Ni estaba enfermo ni seguramente sospechaba que su final estaría tan cerca, pero lo cierto es que David Bowie decidió redactar un testamento en 2004 para que su familia no tuviese que preocuparse de nada cuando él ya no estuviera. El documento ha sido abierto apenas 20 días después de su fallecimiento a causa de un cáncer y se ha hecho público. En él, el artista británico especifica el reparto de su herencia y la mayor parte es para su mujer. De los 100 millones de euros en efectivo que poseía, Iman es la destinataria de 50 de ellos, además de la casa en la calle Lafayette en Manhattan en la que vivían desde hacía años. Los otros 50 millones se reparten a partes iguales entre sus dos hijos, Duncan (44), fruto de su primer matrimonio con Angela Barnett, y Alexandria (15), que recibirá sus 25 millones cuando cumpla los 25 años. Para ella será también la casa familiar de Little Tonshi, en Nueva York.
Además, Bowie ha dejado dos millones para su asistente y amiga Corinne Coco Schwa, quien sería también la encargada de tutelar a Alexandria si su madre falleciese antes de que ella cumpla los 18 años, y un millón para Marion Skene, la niñera de Duncan, que tal y como el propio Bowie reconoció en varias ocasiones, "era una segunda madre para él".
Además del reparto de sus bienes, Bowie también especificó cuáles eran sus últimas voluntades y dejó escrito que no quería un funeral multitudinario ni homenajes póstumos. Quería ser despedido en la intimidad, en una ceremonia a la que solo acudieran su mujer, hijos y amigos más cercanos, e incinerado según los rituales budistas. Por último, quería que sus cenizas fueran esparcidas en Bali, la isla indonesia que consideraba su paraíso particular.
David Bowie murió a los 69 años el pasado 10 de enero, sólo tres días después de lanzar al mercado su último disco Blackstar, que ya se ha convertido en un fenómeno de ventas. Llevaba 18 meses luchando contra un cáncer que finalmente no pudo superar.