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Marián Flores: de azafata olvidada de 'Un, dos tres' a objetivo de los paparazzi

  • La hermana de mar Flores vuelve a las revistas

Informalia

Muchos no pueden ni creer que hubo un tiempo en el que el peruano más famoso de España no salía con Isabel Preysler sino que llevaba varios relojes en las muñecas y repartía dinero ante 20 millones de personas una noche a la semana en la primera cadena de TVE. Aquel señor, que falleció hace más de 20 años tras caerse de un tercer piso, fue el primer presentador del mítico Un, dos tres, antes incluso de que Mayra Gómez Kemp se hiciera cargo del concurso de Narciso Ibáñez Serrador. Él nos presentó a los más mayores a una joven llamada Marián Floresa llá por los 70. Tenía una hermanita pequeña de apenas 8 o 9 años que se llamaba Mar Flores. Y Aún no conocía a un representante llamado Kiko Matamoros. Éste es el ayer y el hoy de la mayor de las Flores.

Una de las azafatas que recibía piropos caballerescos de Ledgard en ese programa setentero era Marian Flores, hermana mayor de Mar Flores. Junto a Victoria Abril, María Durán, María Casal (en la foto con ella) o Beatriz Escudero se convertiría en una famosa de la época, hasta que acabó su intervención en el concurso, en enero de 1978.

Un año antes se había casado con José Javier Ortega. La boda fue portada de Diez Minutos (en la foto). Su matrimonio duró dos años y luego se casó con Kiko Matamoros, con el que tuvo cuatro hijos: Lucía (1985), Diego (1986), Laura (1993) e Irene (1998).

La participación de su hija Laura en el reality de Mediaset Gran Hermano VIP la ha devuelto a la actualidad, y no por voluntad propia. Marián Flores, ajena a los medios desde hace años, está siendo perseguida por los fotógrafos de casi todas las agencias del corazón después de que su hija y su ex marido la expusieran en televisión.

Desde que se hicieron famosas sus nochebuenas comiendo arroz blanco o su tensa relación con Kiko Matamoros, esta mujer de 57 años recién cumplidos se ha convertido en carne de cañón a pesar de que ella no cobra (hasta ahora) ni un euro de los cachés del padre de sus hijos o de Laura.

La inexplicable dinámica de los medios ha querido que Marian Flores y su historia vuelva a cotizar en un país que, increíblemente, vuleve a estar preocupado por conocer qué ha pasado con esta mujer desde principios de los 80, cuando quiso desaparecer del circo de la fama, cómo su vida cambió para siempre. El matrimonio, formado en 1984, fue un lecho de rosas hasta que ella y el entonces representante se mudaron de Sevilla a Madrid en 1992. Ahí empezó el deterioro de su relación hasta que se separaron en 1998.