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'El pequeño Luisito', condenado a siete años de cárcel por estafar 38 millones de euros
- La Audiencia declara nulas las 14 escrituras que puso a su nombre
Informalia
Conocido como el 'Niño bien' de la alta sociedad mallorquina, Rodríguez Toubes ha sido condenado a siete años de prisión por estafar 38 millones de euros a un matrimonio con su capacidad mental limitada. La sentencia se acerca más a lo solicitado por la acusación particular que a los cuatro años que pedía la fiscalía. El juez considera en su sentencia que Luisito utilizó el "prestigio social" de su familia para aprovecharse de la inocente "credulidad" de sus víctimas. La madre del acusado, considerada cómplice de la operación, responderá como responsable civil a título lucrativo.
Luis Rodríguez Toubes, conocido como 'El pequeño Luisito' o simplemente Luisito, ha sido condenado a siete años de prisión por un delito continuado de estafa, en su modalidad agravada de recaer en una vivienda. Además, tendrá que hacer frente a una multa de 18 euros diarios durante 21 meses. La Audiencia ha declarado nulas las 14 escrituras de las fincas que puso a su nombre el matrimonio de Llucmajor que le denunció por haberles engañado. El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia le condena asimismo a indemnizar a los perjudicados con 389.154 euros, una cantidad de la que responderá como responsable civil a título lucrativo la madre del joven. Tras la lectura de la sentencia, y como informaba ayer el Diario de Mallorca, la fiscalía ha solicitado la celebración de una vistilla en la que pedirá el ingreso inmediato en prisión del joven, como medida cautelar, teniendo en cuenta la gravedad de la condena y el riesgo elevado de fuga. El joven tenía 20 años cuando un conocido matrimonio de Llucmajor, dueño de la mayor fortuna inmobiliaria de la localidad, le denunció por estafa. La pareja, que no tiene hijos, aseguró que había sido engañada por las maniobras de Luis, al que conocía desde niño, ya que había conseguido que le entregaran toda su fortuna. Le donaron, además de dinero en metálico que no han recuperado hasta quince fincas en varias zonas, algunas de ellas situadas en primera línea de mar. Dijeron que Luis les convenció de que estas donaciones serían simuladas y que las escrituras las guardaría en un cajón. Se trataba de una operación para que él pudiera aparentar una solvencia económica suficiente para negociar ante el banco y, en su nombre, conseguir un precio inferior en la compra de un inmueble. El joven, compinchado supuestamente con su madre, acompañó al matrimonio hasta a tres notarías distintas. Los notarios se extrañaron de la operación y preguntaron a la pareja si estaban seguros de lo que hacían, por cuanto estaban literalmente regalando todo su patrimonio a Luis Rodríguez Toubes sin recibir nada a cambio. La pareja, que según se demostrará en el juicio tiene una capacidad mental limitada, reafirmó la operación, con el convencimiento de que era una simulación, pues el joven les había prometido que todo era ficticio y que nunca iba a utilizar este patrimonio. No fue así. Cuando el joven tuvo las fincas a su nombre, lo primero que hizo fue una operación de permuta de una de ellas. Es decir, negoció con un constructor la cesión de una finca, a cambio de dinero y de otra propiedad. Ese constructor era Antoni Garau Pou, quien también ha sido condenado a seis meses de prisión por blanqueo de capitales y a pagar una multa de 240.000 euros.