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Adolfo Suárez Illana se vuelca en la lucha contra el cáncer

  • Inaugura un nuevo Instituto Oncológico en Madrid

Informalia

El hijo del desaparecido presidente Adolfo Suárez ha inaugurado un Instituto Oncológico en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Su lucha contra el cáncer, enfermedad que ha golpeado en numerosas ocasiones a su familia, está más viva que nunca.

Adolfo Suárez Illana ha reaparecido en Madrid por una buena causa: la inauguración del Instituto Oncológico Oncohealth. El evento tuvo lugar este martes en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y el protagonista estuvo arropado por sus hermanas, Sonsoles y Laura, y su mujer, Isabel Flores. El político, que lucha desde hace un año contra un cáncer de cuello, habló sin tapujos sobre la enfermedad y su experiencia personal: "Les aseguro que el más feliz de esta sala soy yo, porque después del diagnóstico que me dieron, no habría apostado que hoy estaría aquí. La enfermedad nos arrancará la vida a todos, pero hay dos cosas que no nos puede quitar: la alegría y la dignidad".

Visiblemente emocionado y sin apartar la mirada de la primera fila, donde escuchaban atentas las mujeres de su vida, confesó: "Saber acompañar es la tarea más difícil del médico en un final que a todos nos aguarda. La enfermedad puede ser una fuente de alegría, si eres capaz de encararla con la actitud adecuada. Si alguien hubiera visto a mi familia por el ojo de una cerradura habría pensado que estábamos locos, porque nos hemos reído, nos hemos acompañado, hemos tenido momentos felices... Creo que, al final, todo se basa en tener un sentido trascendente de la vida. Y dado que la vas a perder, lo más sensato es prepararte bien para algo que será inevitable y que debe hacerse con dignidad. Eso es algo que mis padres siempre me enseñaron".

Toda la familia Suárez Illana conoce bien esta terrible enfermedad, ya que la han sufrido en primera persona hasta en cinco ocasiones. La primera en padecerla fue su madre, Amparo Illana, que falleció en mayo del 2001, a los 66 años, por un cáncer de mama. Tres años después, en marzo de 2004, fallecía su hija, Mariam, a los 41, aquejada del mismo tumor.

La siguiente en padecerlo fue la pequeña, Sonsoles (45), a la que con sólo 36 tuvieron que practicar una doble mastectomía, además de intensas sesiones de quimioterapia para cortar el avance de la enfermedad, ya que el tumor, según las propias palabras de Sonsoles, "era de los peores". 

Ocho años después, en 2012, le fue diagnosticado a Laura, a la que dados sus antecedentes familiares, le practicaron una intervención muy agresiva de la que afortunadamente hoy, a sus 48 años, está recuperada.

El último en padecerlo ha sido el propio Adolfo Suárez (51), al que le fue diagnostico un cáncer de cuello en mayo del año pasado. Tras ser intervenido con éxito, declaraba con resignación: "Ser un Suárez y no tener un cáncer es como un huevo sin sal".