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El estilo de los políticos: del Hugo Boss de Rivera a las deportivas de Iglesias

  • Analizamos su look en el debate del lunes

Informalia

Los estilos de Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias a la hora de vestir se corresponden exactamente con la imagen que sus asesores quieren. Por eso, durante el debate del pasado lunes -al que faltó Mariano Rajoy- cada uno de ellos exhibió indumentaria diferente, aunque todos eligieron camisa blanca, posiblemente para transmitir la honradez y pureza de sus intenciones.

Albert Rivera puede hartarse de repetir que no es conservador pero en cuestiones de atuendo prefirió no arriesgar y optó por un outfit que para él es un clásico: su cuerpo atlético combina bien con los las hechuras entalladas de Hugo Boss, posiblemente la marca que mejor le va y que más usa: combina modernidad, elegancia y no es excesivamente cara. En concreto, Rivera -que acaba de ser elegido como el político más sexy en una encuesta de Meetic- eligió un traje de lana virgen azul oscuro del modelo Slim fit, con una camisa blanca de la misma colección (de algodón fácil de planchar) y corbata de seda azul, también de Hugo Boss, con unos zapatos negros. Precio total, sin complementos (reloj), ropa interior ni los zapatos negros: 900 euros. La fidelidad de Rivera por esta marca, posiblemente considerada 'pija' por Pablo Iglesias, llevó al líder de Podemos a bromear con el eslogan de Hugo Boss durante el debate: por eso le dijo durante su encuentro eso de 'Don't imitate, innovate'.

A Pedro Sánchez le dijo Bertín Osborne en su entrevista televisada que le llamaban "guapo", y alabó la altura del líder socialista. Sin embargo, Sánzchez y sus asesores prefieren no sacar partido a su buena planta y marcar distancias con Rivera. Tal vez por eso, en el debate del lunes sacrificó la elegancia de un hombre vestido con traje y corbata por ese look descorbatado que equivaldría a la chaqueta de pana que lucía Felipe González en 1982, cuando ganó las elecciones por primera vez. Al igual que su predecesor, Sánchez tendrá tiempo si alguna vez llega al poder, de evolucionar su imagen hacia un aspecto más sobrio, para hacerse fotos con líderes internacionales sin desentonar, lejos de la que exhiben el presidente de Grecia o su ex ministro Varoufakis. En esa combinación híbrida, los asesores de Pedro Sánchez le quitaron la corbata pero le enfundaron un traje azul oscuro de lana virgen y camisa blanca. Se ha publicado que los análisis de su equipo dicen que el candidato del PSOE pierde con la corbata pero es imperdonable que se pusiera unos zapatos marrones que lo quedaban bien.

Pablo Iglesias es una marca en sí mismo y como tal no podría aunque quisiera renunciar en plena campaña al logotipo que él mismo representa, que es el que reside en el imaginario de todos los españoles. El candidato de Podemos no puede por tanto ni quitarse la coleta (además de que no le apetezca) ni olvidarse de la ropa de Alcampo para demostrar que él no puede o no quiere gastarse los casi 900 euros que le costó a Albert Rivera su conjunto de marca. Sin embargo, coincidió con sus rivales políticos al elegir la camisa blanca (él se remangó). Aunque la suya, junto a los vaqueros de Auchan no llegan probablemente a los 60 euros. Por si esto no fuera suficiente para marcar distancias con sus contrincantes, para el calzado eligió unas zapatillas deportivas color verde.