Cinco frutas ideales para crear mascarillas faciales

Existe una selección de frutas que además de ofrecer beneficios con su ingesta también los producen con sus sustancias. Te mostramos qué efectos beneficiosos nos aportan y cómo puedes elaborar y probar cada una de las mascarillas. El plátano, la papaya o la uva son algunos de ellos.

Que tomar fruta es bueno es algo que ya está muy asimilado. Su ingesta es muy beneficiosa y recomendable para nuestra salud, pero también para nuestra piel. Sus propiedades hidratantes y antioxidantes las convierten en la mejor base para crear una mascarilla natural casera que te dejará como nueva.

El doctor Jorge Arturo Almeida Guevara, de Saluspot, nos da algunos ejemplos para sacarle partido a la fruta sin darle un solo mordisco.

El plátano

Aparte de ser la más consumida por los deportistas, el plátano contiene importantes cantidades de vitaminas B, E y C, así como minerales: "Es una de las mejores fuentes de potasio y aceites naturales (de ahí su efecto emoliente) y contiene un aminoácido, el triptófano, que no está disponible en nuestro cuerpo de forma natural", asegura el doctor Almeida.

Para hacer una mascarilla, machaca uno o dos plátanos maduros y añade unas gotas de limón. El limón es astringente, lo que contribuye a tonificar la piel. Si tienes la piel grasa o con acné, prueba a añadir una cucharadita de miel a la mezcla.

Aplica la mezcla sobre tu cara y déjala actuar unos 15 minutos. A continuación, lava la cara con agua templada.

La papaya

Esta fruta de origen tropical ya está disponible en nuestros supermercados de forma habitual. Su sabor no agrada a todo el mundo, pero lo que quizá no sabías es que contiene una gran cantidad de antioxidantes y una sustancia exclusiva, la papaína, que son útiles para eliminar células muertas e impurezas de nuestra piel. Además, es idónea para cuidar la piel bronceada y devolverle su brillo natural.

Para hacer la mascarilla, machaca la pulpa de la papaya hasta conseguir un puré o bien haz un jugo de papaya usando una licuadora.

Aplica la pulpa triturada o directamente el zumo sobre la cara y déjalo actuar 15 minutos. A continuación, lávate con agua templada.

El tomate

"Habitualmente no consideramos el tomate como una fruta, pero en realidad es el fruto de la tomatera", cuenta el experto. "Contiene importantes cantidades de licopeno, un carotenoide que neutraliza los radicales libres responsables del envejecimiento". Además, protege la piel del foto-envejecimiento (el daño causado por la exposición al sol).

Para hacer la mascarilla, elige tomates maduros (que contienen más licopeno) y machaca ligeramente su pulpa.

Aplica la pulpa directamente sobre la piel y deja secar durante al menos 10 minutos. Retira con agua y aprovecha el efecto exfoliante que tienen sus semillas.

Las uvas

Las uvas contienen una gran cantidad de fitonutrientes y alfa hidroxiácidos que rejuvenecen la piel y previenen la aparición de las arrugas finas. También son útiles para reducir la pigmentación y mejorar las manchas de la piel. Los taninos presentes en sus semillas ayudan a calmar la irritación y el enrojecimiento de la piel causado por el acné.

Para hacer la mascarilla, pon un puñado de uvas en un bol y machácalas hasta obtener una pulpa. Si añades una cucharadita de miel se potencia su acción bactericida.

Aplica la pulpa directamente sobre tu piel y déjala secar durante unos 10 o 15 minutos. Aclara la mascarilla con agua del grifo.

La granada

Esta fruta es una de las mejores fuentes de antioxidantes que existen (tres veces más que el té verde) y contiene altas concentraciones de vitaminas A, E y C. Por esta razón, la granada posee propiedades antiinflamatorias y es un excelente aliado en la lucha contra el envejecimiento.

Para hacer la mascarilla, bate la pulpa completa, con semillas, de media granada madura.

Aplica la mezcla directamente sobre la cara y el cuello con un suave masaje para exfoliar la piel con las semillas. Déjala actuar durante 5 o 10 minutos y retira con abundante agua.