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Revistero: Cómo descubrió la prensa que Carbonero está embarazada

  • La lectora impertinente

Sara Tejada

Cada miércoles, la especialista de Informalia comenta las revistas del corazón y sus jugosas exclusivas. Esta semana desvelamos cómo ha llegado a los kioscos la noticia del embarazo de Sara Carbonero o cómo calienta Rosa Benito su regreso al Deluxe.

La periodista de Mediaset (en excedencia) fue pillada por unos fotógrafos con las manos en la masa: su visita a un hospital delataba su estado casi tanto como otras imágenes en las que la chica de Iker Casillas era felicitada por sus amistades, que le pasaban la mano por su incipiente tripita. Las reveladoras imágenes llegaron a Hola, revista de cabecera que se puso en contacto con Sara para consultarle el asunto. Carbonero reconoció que esperaba su segundo hijo pero formuló un deseo: que esperan a publicarlo para que ella pudiera decírselo a su familia. No quería que su propia madre (de visita en Oporto estos días, por cierto) se enterara por las revistas. 

Es ésta una de esas exclusivas que se compra (a las agencias que disparan sus cámaras) pero no se vende: la que confirman su protagonistas camuflados en los titulares bajo el disfraz de 'entorno', entelequia sin nombres ni apellidos, recurso para el anonimato. Sí, a Sara Carbonero la pillaron visitando al ginecólogo en la clínica Ruber y no tuvo más remedio que reconocer que Martín esperaba un hermanito/ta. Sólo pidió poder decírselo a su familia, antes de que se enteraran de la noticia por la prensa. La noticia estaba destinada desde el principio a la revista Hola, su casa amiga, quien mejor la trata y quien se adelantó a todos con las fotos del dúplex de los Casillas-Carbonero en Oporto, otra exclusiva de esas que llegan a través del 'entorno'.

Hola, casi siempre rigurosa, no quiso pagar por la información sin confirmarla con la propia Sara. La periodista no quiere reconocer que la fuente sea ella misma, no vaya alguien a pensar que negocia con sus hijos presentes y futuros. "Según fuentes cercanas a Hola", como reza el llamativo antetítulo del reportaje de la próxima maternidad de Sara, y "La pareja ni lo confirma ni lo desmiente", son la mentira piadosa a los lectores para encubrir que es la futura mamá quien certifica la veracidad de lo que cuentan. Hola sabe muy bien que el mensaje lo entienden los receptores pero a la vez mantiene a su fuente, la mejor de todas, al margen de incómodas acusaciones. Pero Sara es el entorno, el principio y el fin de una exclusiva que, por una vez, cobran otros y no su protagonista.

ROSA BENITO

Que no, que no se rompe las piernas Rosa Benito, con tal de no regresar al plató de Sálvame. Rosa prefiere ganarse la vida cantando (mal) y destrozando los grandes éxitos de Rocío Jurado antes de someterse de nuevo al bombardeo de descalificaciones de sus excompañeros de programa. Rosa no vuelve a Telecinco. ¿O sí? Este martes entró en la sede de la cadena que preside Paolo Vasile y allí permaneció un tiempo. Informalia fue testigo de la visita. ¿Negociando cómo romperse las piernas sin grandes traumas para volver ring con cierto honor ?

Pronto lo sabremos pero de la entrevista que Semana reproduce, después del paso de Rosa Benito por Canal Sur, se deduce que Rosa calienta el ambiente para darle suspense a su posible regreso como carne de televisión privada, la suya, la de siempre. A diferencia de Sara Carbonero, Rosa, Amador y familia cobran por lo que dicen por lo que se callan y por lo que se inventan. Las finanzas del clan están en números rojos pero nadie ha querido pagar los (supuestos) 100.000 Euros que habría pedido Rosa por vender ese novio tan 'secreto' como incierto. Todo depende del resultado de esa visita al Sancta Santorum de Mediaset. ¡A ver si en el próximo reportaje filtrado por el 'entorno' de Rosa vamos a ver con las piernas escayoladas!

MAKOKE

Aprovechando que Kiko (Matamoros) se recupera de una misteriosa intervención de estética (¿implante de pelo?, ¿orejas de soplillo?) tras la que sólo se ha desvelado la cara del contertulio de Sálvame, su chica nos enseña la casa de la pareja en Lecturas. Un hogar que más que la casa de una pareja trasgresora más bien recuerda la sala de estar de un dentista caro. No es el caso de María José Campanario, dentista que de momento gana más empastando la revista Hola con sus penas y las de su marido que haciendo limpiezas de boca. Aunque, ¿cuánto valdría un reportaje de Campanario limpiando la boca de Belén Esteban?

De momento podemos conformarnos con el reportaje que publica Diez Minutos de la escapada a Londres de la princesa del pueblo con su Andreíta (la fan de Justin Bieber) y con su novio de ida y vuelta (aquel que dejó porque la había puesto cuernos y sobre todo para fabricar su enésimo belenazo).

Makoke enseña su casa a Lecturas, la revista amiga, no de los Matamoros, sino de Sálvame y su productora, La fábrica de la tele. Hay sinergia (¿empresarial?) entre el semanario y el programa estrella de las tardes de Telecinco. A la vista de las últimas portadas del semanario de RBA se intuye una alianza que consiste en rematar en las páginas de la revista al personaje que previamente han ejecutado en el plató. O viceversa. La semana pasada le tocaba a Chelo García Cortés, crucificada cada tarde en Sálvame y a la que Lecturas daba el tiro de gracia en sus páginas, antes de que Chelo volviera al pelotón de fusilamiento en el Deluxe del viernes. El ejemplo contrario lo protagonizó la madre biológica de Chabelita, que fue carne de portada primero en Lecturas y luego se dejó enlatar desde su Perú natal en una entrevista que Gema López perpetró para Sálvame desde el cono sur.

Makoke también es víctima de los ataques de sus compañeros, pero Lecturas la compensa con una exclusiva remunerada desvelando la decoración de su impersonal adosado.

Que Carlota de Mónaco rompa con el cómico Gad Elmaleh y lo sustituya por otro actor, un italiano más joven y apuesto que el humorista de origen marroquí no debe extrañar a nadie. Mamá Carolina (supuestamente, claro) coqueteaba o algo más con el actor Vincent Lindon mientras Stefano Casiraghi se jugaba la vida (¡Uff!) surcando las olas a 300 kms por hora. Un nuevo romance del que se hace eco la prensa rosa de todo el mundo.

Pero la sorprendente ruptura de Ana Milán y Fernando Guillén nos extraña y nos pilla desprevenidos. Era lo que se llama una pareja sólida, adulta, razonada y feliz. Esperemos que ésa sí sea una de esas noticias que procede de ese 'entorno' nebuloso que confunde fuentes con proveedores.