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Sara Carbonero e Iker Casillas: entramos en su nuevo hogar
- Su acogedora casa en Oporto, foto a foto
Informalia
La presentadora ha querido compartir con los seguidores de su blog las imagenes de su nuevo hogar o "trocito de alma", según dice la propia Sara Carbonero. Aunque reconoce que "aún quedan muchos detalles", se muestra feliz ya que ha conseguido dotarlo de "un calor especial". Las instantáneas revelan la pasión del pequeño Martín por los elefantes, "su animal favorito". Así es su casa en la ciudad lusa. Bienvenidos.
En todas sus viviendas, tanto en Madrid como en Oporto, hay un elemento que no puede faltar, las velas: "Son un elemento fundamental para mí. Me gusta tenerlas encendidas desde por la mañana, pero solo a ratitos, y que poco a poco su olor inunde la casa" dice y añade: "Me encanta cuando algún amigo entra y me dice aquello de 'huele a tu casa".
La casa que comparten Sara e Iker Casillas tiene unas majestuosas vistas al mar, algo que la presentadora valora, ya que nunca había residido tan cerca: "No había tenido la suerte de vivir cerca del mar así que tengo que confesar que me quedo embobada mirando por la ventana los barcos pasar", explica.
Los colores que predominan por toda la casa son "neutros y claritos", puesto que dan "sensación de limpieza y amplitud". No obstante, Carbonero reconoce que tener un niño en casa le ha cambiado la perspectiva: "Desde que nació Martín mis preferidos son los colores 'más sufridos'. Grises, beige y en Oporto me he animado con el turquesa".
La presentadora es una mujer que da gran importacia a los "pequeños detalles". Es por ello que en su casa siempre hay "portarretratos, una manta suave que se convierte en la mejor compañía de un domingo y cojines que hacen de pequeños rincones sitios especiales donde acurrucarte cada noche antes de dormir". Además, en esta nueva etapa también se ha arriesgado con los "cactus".
En su post en Elle, Sara agradece a los decoradores de su vivienda el trabajo realizado. Para ella todo ha quedado genial. La clave: "Me conocen bastante bien y enseguida se pusieron manos a la obra para que todo quedara perfecto".
Ya sea en España como en Portugal, Sara es mujer de costumbres. Una infusión mientras que anda en calcetines por su casa y a dormir: "Un té al final de día es casi como un ritual. No es un té cualquiera, es el mismo que llevo años tomando, bien calentito ahora que llega el frío", explica mientras desvela "uno de los mayores placeres de la vida": "Llegar a casa, soltar el bolso, quitarte los zapatos y ponerte a hacer cosas por casa descalza".
Por último, la periodista enseña el cuarto de Martín, repleto de elefantes: "Se ha traído casi todos los elefantes que tenía en Madrid. Es su animal preferido, así que ya me he acostumbrado a viajar con una manada de elefantes a todos sitios. Es su truco", cuenta.
A pesar de la felicidad que siente al estar por fin asentada en su nuevo hogar, la novia de Iker reconoce que no es oro todo lo que reluce: "Los viajes y mudanzas también tienen un componente bastante estresante: organizar lo que te vas a llevar, hacer maletas, deshacerlas, colocar en un sitio, volver a colocarlo en el otro?", declara sin olvidar su casa de Madrid: "Un hogar en el que he vivido los mejores momentos de mi vida, a ella llegó Martín por primera vez, allí dio sus primeros pasos y en esa casa he vivido otros muchos buenos momentos que dejo para mi intimidad".