Actualidad

Gonzalo Vargas Llosa: "Mis padres no han hablado de divorcio"

  • El hijo del escritor habla de su nula relación con su padre

Informalia

El día 9 de septiembre se producirá una curiosa coincidencia en Nueva York. A la misma hora que Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler se presenten en sociedad, la familia del escritor, con Patricia Llosa a la cabeza, estará aterrizando en la Gran Manzana. Sobre esta casualidad, Gonzalo Vargas Llosa, hijo del novelista, se pronuncia: "Aunque estaremos literalmente a apenas unos cuantos metros de distancia, estaremos en dos mundos distintos y sin ningún contacto", declara aún dolido con su padre, con quien no se habla.

Durante su charla con ABC, Gonzalo revela que su madre está comenzando a recuperarse del duro golpe que recibió: "Es una mujer fuerte y cada día que pasa la noto más tranquila. Pienso además que el apoyo y el afecto que le demuestran a diario sus amigos la está ayudando mucho a superar esta difícil situación".

Sobre la posible separación oficial del matrimonio formado por Patricia Llosa y Vargas Llosa, su hijo contesta sin titubear: "Hasta el día de hoy mis padres no han hablado de la opción de divorcio. No hay que olvidar que hace solo tres meses celebraban sus 50 años de matrimonio".

El hijo del escritor no valora una posible reconciliación: "No quisiera especular al respecto. Eso es algo que les concierne estrictamente a ellos dos", explica a la vez que se posiciona sin matices a favor de su madre: "Debe sentirse tranquila consigo misma por el compromiso, la lealtad y la fidelidad que le ha demostrado a mi padre durante 50 años. Ella se ha ocupado de todo para que él pueda dedicarse exclusivamente a escribir".

Vargas Llosa reconoce que el abandono de su padre ha supuesto un duro contratiempo en la familia y, más concretamente, en su unidad: "Nuestra familia se ha caracterizado siempre por ser sumamente unida, pero la dinámica dentro de la familia ha sufrido un cambio profundo. Dos de los hijos prácticamente no hemos tenido contacto con mi padre desde hace tres meses", dice enr elación a que tanto él como su hermana Morgana han decidido perder el contacto con su progenitor. No así su hermano Álvaro, que sí habla con él.

Una de las frases más fuertes de Gonzalo tiene que ver sobre la nueva vida del Premio Nobel: "No es el Mario Vargas Llosa que yo conozco", dice basándose en el supuesto cambio de filosofía vital que ha sufrido el escritor: "Mi padre y mi madre compartieron siempre la misma filosofía: la de vivir con discreción y sobriedad. Para ellos, el lujo, sobre todo cuando se exhibe innecesariamente, ha sido sinónimo de falta de gusto", cuenta.

No obstante, Gonzalo cree que este cambio se debe a su pareja, Isabel Preysler: "Si él insistiera en que su nueva relación se desarrolle lejos de las cámaras y de las fiestas, lo más probable es que esa relación no duraría ni un mes más. Supongo que no le queda otra opción que adaptarse, a menos que cambie de pareja".

Finalmente, Vargas Llosa piensa que estas apariciones en prensa rosa no le quitarán su verdadero valor literario: "No creo que le quite valor a su obra literaria", pero sí le preocupa que "su figura de intelectual comprometido, de consciencia moral en Iberoamérica, pueda verse afectada", puesto que es posible que "su figura se asocie con la frivolidad".