Ana Boyer y Fernando Verdasco venden su amor en el paraíso

No ha sido un año fácil para la hija pequeña de Isabel Preysler. Aparte del fallecimiento de su padre, Miguel Boyer, Ana ha tenido que asimilar la relación de su madre con Vargas Llosa. No obstante, la joven ha superado estos obstáculos con el apoyo de su pareja, Fernando Verdasco, y con la satisfacción que debe darle cobrar por hacerse una fotos  en la isla de Mustique. La hija de Isabel y el tenista cumplen dos años de amor.

El lugar elegido es el mismo en el que Preysler y el escritor peruano decidieron pasar sus primeras vacaciones veraniegas juntos, con la compañía de Tamara. Sin embargo, Fernando y Ana se instalaron en su propia villa para disfrutar de un tiempo en pareja de manera íntima: "Nosotros nos quedamos en otra casa porque queríamos aprovechar esos días para estar los dos juntos, ya que no nos suele ser fácil encontrar fechas para hacer planes como estos", explica la joven.

La vivienda que eligieron se articula en un entorno majestuoso, rodeada de vegetación y con acceso directo a una playa privada. La espectacular mansión cuenta con un gimnasio, instalaciones deportivas, un carrito de golf, para sus desplazamientos y una piscina infinita, desde donde observar los atardeceres, "los momentos más inolvidables", para Ana. Un auténtico paraíso en el que también hay una serie de personas que trabajan en la villa: camarero, cocinero y ama de llaves.

El destino elegido es el preferido de Ana: "Como he estado muchas veces, es una isla a la que le tengo un cariño enorme y me encanta", declara. Allí estuvieron "cinco dias", tiempo suficiente para "descansar y hacer planes tranquilos", sin olvidar sus quehaceres diarios: "Fernando también entrenó y jugó al tenis", cuenta Boyer a la revista ¡Hola!.

Fernando Verdasco y Ana Boyer han celebrado en la isla sus dos años como pareja, una relación que marcha sobre ruedas: "Cada día nos entendemos mejor, en este viaje hemos vuelto a ver que los dos somos muy románticos", explica la hija de la reina de corazones, quien se muestra muy satisfecha con el viaje: "Experiencias como estas refuerzan una relación y la hacen avanzar, nosotros estamos muy felices juntos y estamos con ilusiones de un futuro en común".

Ana, de momento, niega que vaya a vivir con Fernando, pero no lo descarta: "Ahora no, pero no es algo que descarte por completo, estoy segura de que me encantaría con él". Al igual que tampoco da pistas sobre una futura boda: "Éste es un buen sitio para comprometerse, pero no, no ha pasado".

A pesar de sus compromisos laborales, la joven reconoce que se ven a menudo durante el año: "Intentamos vernos durante el año. Dependiendo del momento y de donde sean sus torneos, nos vemos más o menos. Si está en Europa, nos vemos todas las semanas, pero si no, resulta más complicado", señala.

Sobre la relación de su madre y Mario Vargas Llosa, quienes "llevaban ya en Mustique un par de semanas", la hija de Miguel Boyer revela: "Veo feliz y muy bien a mi madre", concluye.