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Los Campos, una familia marcada por el cáncer

  • La muerte de Leli, hermana de María Teresa, será difícil de superar

Informalia

El cáncer ha regresado a la familia Campos y esta vez ha ocurrido lo peor. Araceli, la hermana menor de Mª Teresa, fallecía la noche del jueves en Málaga tras luchar durante más de un año con un tumor en el pecho a pesar de tener en principio buen pronóstico. "Los médicos nos han dicho que seamos optimistas así que no vamos a hacer una tragedia de esto. Mi hermana ya ha empezado el camino hacia su recuperación", decía en marzo la veterana presentadora, que no podía imaginar que en solo unos meses cambiarían las cosas a peor.

Ahora se enfrenta ahora a uno de sus momentos más duros ya que los quince años que la separaban de Leli, como así la llamaban en casa, ha hecho que ejerciera habitualmente de madre con ella. "Era muy protectora con su hermana menor, que la respondía siempre con dulzura y mucho cariño", cuentan compañeros de trabajo que conocen muy bien a la presentadora. Además, este fallecimiento provoca que la pesadilla se reavive para la cara visible de Qué tiempo tan feliz.

Esta terrible enfermedad le ha golpeado fuerte en numerosas ocasiones y esta vez el final ha sido demoledor.

Siendo la mediana de seis hermanos, MªTeresa ha tenido que despedir a tres de ellos (incluida Leli) y a una de sus cuñadas a causa de esta enfermedad. Ella misma también la ha padecido, aunque logró plantarle cara y salir victoriosa de la batalla. En 2008 le detectaron un cáncer de garganta del que fue operada por el Doctor José Vergara Trujillo, quien la sometió a unos ciclos de radioterapia y quimioterapia. Algo que la obligó a mantenerse fuera del circuito laboral de manera temporal. Pero desde entonces goza de un buen estado de salud aunque no descuida sus revisiones periódicas.

A revisiones también se someten de forma continuada sus dos hijas, Carmen y Terelu, que tampoco se han librado, de esta dolencia. La mayor de ellas, Terelu, descubrió que tenía un bulto en el pecho derecho durante las vacaciones de Navidad de 2011 y rápidamente fue intervenida al ver que tenía signos de malignidad. La operación fue un éxito y tras recibir el tratamiento correspondiente (quimioterapia y cinco semanas de radioterapia) fue dada de alta. "El apoyo de los demás me ha alentado a seguir adelante y me ha dado fuerzas para luchar día a día", aseguraba. Sin duda, el ejemplo de entereza que vio anteriormente en su hermana menor, Carmen (que sufrió cáncer de útero) fue una gran motivación para ella.