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Los famosos adictos al solarium
- Cuando el moreneo se va de las manos
Informalia
El verano es la época del año en la que la piel pide un poco más de color, además, si al volver a la oficina luces un tono bronceado no hay nada mejor. Sin embargo, hay un límite entre ponerse moreno y ser naranjito. Algunas celebrities han sobrepasado esa fina línea.
Valentino: Nadie sabe exactamente cómo es la piel original del diseñador. A sus 83 años, el italiano se ha convertido en todo un adicto a los rayos. Su piel, entre naranja y marrón, ha absorbido más de la cuenta.
Giorgio Armani: Otro diseñador al que le gusta tener colorcito. Quizá sea un requisito tener ese tono para poder diseñar en paz, pero lo de Armani, a sus 81 años, empieza a ser preocupante.
Donatella Versace: Debe de ser algo de los italianos, porque entre sus operaciones y su tono de piel, no sabemos cuánto queda de Donatella. La diseñadora de 60 años tendría que pensar en ir parando.
Julio Iglesias: Es un hombre de contrastes, sin duda: entre su tono de piel terracota y el resplandeciente blanco de sus dientes no deja lugar a los medios tonos. A sus 71 años, parece que el cantante quiere alcanzar el naranjito-Valentino.
Luis Miguel: A sus 45 años, el cantante parece haberse puesto como meta llegar el tono de su compañero de profesión. ¿Que si le favorece? Lo mismo que a Julio.
Victoria Beckham: De ser una chica normal a una mujer cosmopolita. La mujer del futbolista saltó a la fama, se operó todo lo operable y se puso al "sol". Los tonos de Victoria no han ido aumentando, aunque ha querido mantener su estilo lejos de todo aquello que sea natural, como el ajo de España.
Cristiano Ronaldo: Hablando de futbolistas, el portugués de 30 años es moreno al natural, pero él quiere más. Más de todo: quiere la casa más grande, el coche que corra más, la chica más guapa y la ropa más chillona: Así es difícil no verle.
Paris Hilton: La celebrity de 34 años siempre ha querido ser Barbie. Y aunque afirme que nunca se ha hecho un retoque, los excesos con el sol y los rayos no los puede esconder.
Mónica Cruz: La actriz de 38 años ha intentado brillar con luz propia, pero su etiqueta de "la hermana de" le ha hecho sombra toda la vida. Pese a que Mónica parezca tener una piel que se broncea fácilmente, parece que se ha pasado un poco últimamente.
Sara Carbonero: Esa fina línea de la que hablábamos al principio es la que está apunto de sobrepasar la periodista. Sara, a sus 31 años, se la está jugando.
Ana Obregón: No hay verano sin su posado. Y eso es así, por lo que ella tiene que estar siempre bronceada. La actriz, a sus 60 años, es toda una habitual de la playa, el calor... y los rayos que no son del astro. Es como las vacaciones en persona.
Los políticos tampoco pierden la oportunidad de coger un tono dorado, un ejemplo es Christine Lagarde: Su sueldo como responsable del Fondo Monetario Internacional le ha dejado margen para darse colorcito. A sus 59 años, luce un tono que muchas han querido imitar.
Donald Trump: Es otro de los ejemplos de lo seriamente que se toman las campañas políticas en Estados Unidos. Y sino que se lo digan al corte de pelo de Hillary Clinton. Trump es un líder carismático y sabe conectar con la gente pero, a sus 69 años, su tono de piel naranja de lo llamativo.
Begoña Villacís: Los políticos de nuestro país también se unen al club. La líder de Ciudadanos en Madrid está exteriorizando los colores del partido. A sus 37 años debería dejar a su piel descansar un poco de ese naranja, que luego todo pasa factura.