Bondades del bótox y el ácido hialurónico
- No solo tienen propiedades estéticas
Josefina Grosso
Los dos componentes estrella, en cuanto a intervenciones estéticas se refiere, tienen además otros usos poco conocidos, pero igual o más útiles. El ácido hialurónico y la toxina botulínica (Bótox), además de tener la capacidad de hacernos parecer más jóvenes, se emplean a diario en cuestiones médicas y son muy útiles para ayudar a paliar el dolor, regenerar tejidos y ayudar a personas a recuperarse de graves lesiones.
Ácido Hialurónico
En el ámbito estético, es sin duda nuestro gran aliado contra la pérdida de volumen y las arrugas producidas por el paso del tiempo. Se trata de un sustancia que se encuentra de manera natural en nuestro cuerpo y su escasez no solo puede afectar a nuestro aspecto.
"En concreto, el ácido hialurónico endógeno proporciona viscoelasticidad, algo fundamental por sus propiedades de lubricante y amortiguador, siendo un componente esencial en la correcta estructura del cartílago articular. En las personas que sufren enfermedades crónicas, como la artrosis, la cantidad de ácido hialurónico en el líquido sinovial y en el cartílago es insuficiente y su calidad está alterada", asegura el Doctor Pablo Consigliere, jefe de la Clínica granadina CMED, especializada en medicina del dolor (Alminares del Genil Nº13, Granada).
El doctor asegura que los ciclos de terapia con el ácido han demostrado mejorar los síntomas de la artrosis durante al menos 6 meses después de la finalización del tratamiento: "En algunos casos, la mejoría tras la inyección intraarticular de ácido hialurónico ha perdurado hasta 12 meses o incluso más tiempo", puntualiza.
Toxina botulínica (Bótox)
Es una toxina que lleva años empleándose en cuestiones estéticas. Se aplica mediante una aguja extrafina en el músculo de la zona que se desea tratar, produciendo su relajación e inhibiendo el movimiento del mismo, de ahí su efectividad en las llamadas arrugas de expresión.
Pero el Bótox, nombre comercial de la primera marca que lo sacó al mercado, también se viene utilizando en medicina desde los años 80, sobre todo como fármaco infiltrado intramuscularmente para tratar las enfermedades con alteración de la tensión muscular. Además de otras como la hiperhidrosis, exceso de sudoración en las manos u otras partes del cuerpo.
"Se vio por casualidad que algunos pacientes con estas enfermedades, y que además sufrían migrañas, mejoraban de sus dolores al administrarles Toxina Botulínica A, Bótox, para sus problemas musculares. De igual forma, se notó mejoría de las migrañas en mujeres que se realizaban tratamientos estéticos faciales", cuenta el director de la clínica del dolor CMED.