'50 Cent', el rapero fantasma

No es oro todo lo que reluce para Curtis Jackson, más conocido como '50 Cent'. El rapero se ha declarado en bancarrota ante el la Corte Suprema de Manhattan tras ser condenado a pagar 5 millones de dólares por la difusión de un vídeo de contenido sexual en el que aparecía la novia de un cantante rival. Situación económica que resulta incompatible con su nivel de vida, rodeado de lujos, joyas y espectaculares vehículos.

Es habitual verle en las redes sociales presumiendo de coches de alta gama y joyas varias, sin embargo, nada más lejos de la realidad: "Devuelvo todas las joyas y los coches a las tiendas después de hacerme fotos", reveló durante su comparecencia.

A lo largo de toda la declaración, el rapero reconoce que su ostentoso estilo de vida tan solo es un fraude producto de la ilusión. Una actitud que incluso engaño a la prestigiosa revista Forbes, que hace cinco meses le nombró como el quinto rapero más rico del mundo.

Según la publicación, la fortuna del cantante ascendería hasta 155 millones. Algo que desmintió su abogado en sede judicial, tasando la fortuna de '50 Cent' en 4,4 millones de euros. Cifra que no le permite abonar el saldo de la condena impuesta por la difusión del vídeo sexual protagonizado por Lastronia Levinston, ex pareja del rapero Rick Ross, íntimo enemigo de Curtis Jackson.

"Ahora que me he declarado en bancarrota no molo tanto como la semana pasada", decía el artista durante una declaración que supuso un tremendo varapalo para la imagen del cantante, quien estaba sumamente preocupado porque su marca se haya podido ver afectada por el engaño.

'50 Cent', que pasó 3 años en la cárcel por tráfico de drogas y sobrevivió a un tiroteo después, confesó ante el juez que la música no le ha dado tanto rédito como se esperaba: "Sólo gano 10 centavos de dólar por cada disco que vendó", contó.

Cierto es que la música no fue el motor que le hizo multimillonaro en el pasado, sino que una parte importante de su antigua fortuna llegó tras vender la bebida Vitaminwater, de la que era uno de los inversores, a Coca Cola. Por la transacción ingresó 100 millones de dólares, dinero que no se sabe dónde acabó. Si bien es cierto que todo apunta a varias inversiones fallidas y otros tantos despilfarros.