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Bibiana Aído defiende a Irene Montero: "Noto una violencia política hacia ella que no debería permitirse"
Felipe Rodríguez
Bibiana Aído, ministra socialista de Igualdad entre 2008 y 2010 y retirada de la política desde hace tiempo, ha salido al paso de los últimos ataques hacia Irene Montero, quien fue calificada como "la nueva Bibiana Aído" cuando se filtró que podría ocupar la vicepresidencia de Igualdad en el gobierno de Pedro Sánchez.
"No conozco personalmente a Irene Montero, pero noto una violencia política y mediática hacia ella que va más allá de su labor y que considero que no debería permitirse. Ojalá que dejen de tolerarse de una vez estos ataques a compañeras", declara a Vanity Fair la ahora representante de Ecuador en ONU Mujeres.
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La ex política del PSOE, conocida por algunos como "la ministra que dijo 'miembras'" y que ahora reconoce que "fue un lapsus", vive en Quito tras haber sido asesora de Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile. Desde allí habla sobre la investidura fallida de Sánchez: "Lo viví con perplejidad, en plan minuto y resultado. Estoy al día de cuotas, sigo siendo militante socialista y mantengo una relación muy positiva con la ejecutiva actual del PSOE", dice Bibiana, que asegura que aún mantiene contacto "muy fluido con Zapatero, Leire Pajín, Ángeles González-Sinde, Beatriz Corredor, Magdalena Álvarez, Carmen Calvo,...".
Precisamente, Aído se adelantó al tiempo y predijo en 2010 en una entrevista que había un nuevo diputado socialista joven, guapo y con un futuro brillante. Ahora despeja la duda y confiesa que se trataba del líder del PSOE: "También dije que iba a dar que hablar, tengo ciertas dotes premonitorias e intuitivas… Claro, era Pedro Sánchez. Acababa de llegar al Congreso. Ya entonces me pareció que era un diputado brillante, buen estratega, listo, pragmático y resiliente. En fin, las cualidades para llegar lejos en política. Pude votar telemáticamente en las últimas primarias y mi voto fue para él".
Pese a estar al tanto de lo que sucede en la política española, la ex ministra asegura que no quiere retomarlo. Y eso que sonó como sustituta de Susana Díaz en el PSOE andaluz: "Agradezco a la militancia que me tuviera en cuenta, pero no me planteo regresar a la política ni a España. Mi vida ahora está centrada en la cooperación internacional y en favor de la igualdad", declara.
Desde la distancia también sufrió el fallecimiento de Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien estaba muy unida: "La muerte de Alfredo me ha dolido mucho. Él siempre me decía que lo importante era que te quisieran los tuyos, y él puede estar seguro de que los suyos le queríamos mucho. Era un hombre sabio y coherente, del que aprendí muchísimo. Hicimos la campaña electoral de 2008 juntos (...) Alfredo y yo compartimos infinidad de mítines, encuentros y entrevistas. Es difícil de explicarlo, pero eso une mucho por la enorme intensidad y también el tipo de conversaciones que se dan (...) Siempre tuvo conmigo una palabra de ánimo y apoyo en los momentos más complicados", explica con tristeza.
La ex política también ha recordado los ataques machistas que sufrió cuando accedió al cargo de ministra: "Desde el momento en el que acepté ocupar el ministerio de Igualdad tenía todas las papeletas para convertirme en el blanco favorito del patriarcado en aquel momento. Hubo muchísimo ataque desde determinados medios de comunicación con el objetivo de frenar la agenda en materia de igualdad. Como ya he dicho, se me exigió una capacidad de resiliencia importante. Luego además se juntaron diferentes factores que contribuyeron a esa campaña de desprestigio. Entre ellos también estaba esa mirada al sur por encima del hombro que algunas personas tienen. En cualquier caso, estaba centrada en mi trabajo, porque sabía que las resistencias por parte de los sectores que se veían amenazados se harían más fuente cuanto más avanzásemos. Ante el feminismo, el patriarcado comienza con la manipulación, las cifras falsas, los ataques personales… Es entonces cuando toca más que nunca luchar y no bajar la guardia", sentencia.