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¿Por qué se ignoran las elecciones en EEUU si pueden alterar el devenir de los mercados?

Ainhoa Giménez, Bolságora
7/11/2006 - 0:18

A primera vista, no tiene sentido: Wall Street había bajado seis días consecutivos, y muchos analistas citaban como causa la incertidumbre sobre las elecciones legislativas que se celebran hoy en EEUU. Pero llega la víspera de los comicios, y el mercado se dispara.

A segunda vista, tampoco se explica: lo más probable es que los demócratas ganen las dos cámaras del Congreso de EEUU, lo que puede acabar con las políticas pro-mercado de los republicanos, como las bajadas de impuestos o la desregulación de los mercados.

¿Se han vuelto locos los inversores?

¿La euforia es tan grande que nadie ve más allá del día a día, como en los tiempos de la burbuja tecnológica? Aunque esta segunda opción tiene bastantes argumentos detrás -ahí está la fortaleza del mercado a pesar del derrumbe inmobiliario y de la multitud de datos que anticipan una recesión-, lo cierto es que hay algunas explicaciones para esta actitud de ignorar el peligro de las elecciones legislativas.

La primera de estas razones es que no está claro que los republicanos vayan a perder el Senado; si la conservan, eso daría bastante margen a Bush para seguir con su política actual. La segunda es que una victoria demócrata tendría la virtud de evitar una legislación demasiado extremista y, sobre todo, un exceso de gasto por parte del Gobierno en tiempos de grandes déficits como los actuales. Según una encuesta del Wall Street Journal, el 37% de los economistas piensa que la economía lo hará mejor si los demócratas ganan el Congreso, frente un 34% que cree que será así si los republicanos mantienen su control actual.

La rentabilidad de un gobierno dividido

Algunos estudios aseguran que el gasto federal es tres veces más bajo en los períodos de Gobierno dividido (el presidente de un partido distinto del que tiene mayoría en las cámaras) que cuando un partido controla todo. Esto sugiere que una victoria demócrata debería impulsar a los bonos -menos déficit implica menos emisiones de deuda-, pero no está tan claro que sea beneficioso para la bolsa. Si acudimos de nuevo a los precedentes, Wall Street ha subido el 6% anual en los meses de Gobierno dividido, frente al 22% anual en los meses de control de un solo partido.

Pero la historia también guarda un precedente maravilloso para la bolsa, que puede suponer una tercera explicación de la actitud de Wall Street ante las elecciones: desde 1946, el S&P 500 casi siempre se ha disparado tras las elecciones legislativas, gane quien gane; en el año posterior a las elecciones, el índice ha registrado una subida media espectacular del 23,1%. Las únicas excepciones fueron 1978 y 1994. En comparación, la subida media tras unas elecciones presidenciales es del 7,8% en 12 meses.