Los buenos datos económicos y la actividad en el sector de medios catapultan al Dow a otro récord. Esto no hay quien lo pare, al menos de momento. Ni la subida vertical, ni la extrema sobre compra, ni mucho menos el empeoramiento del escenario económica.
¿A quién le importa eso?. Wall Street sigue subiendo sin parar, dando exhibiciones de fuerza para quien se atrevía a dudar de la fortaleza de la renta variable norteamericana.
Ayer el Dow Jones batió otro máximo histórico y superó otra barrera psicológica (como los cursis llaman a los números redondos): los 13.200 puntos. Subió el 0,58% hasta 13.211,9 puntos. El S&P 500 subió más esta vez, el 0,65%, y el Nasdaq se colocó como el mejor del día con un tirón del 1,04%.
Aunque durante la mayor parte de la escalada desde los mínimos de marzo no ha hecho falta ningún tipo de excusa alcista, ayer sí las hubo. Y más de una. Para empezar, una mejora de los datos económicos de la mano de los pedidos de fábrica en marzo, que subieron el 3,1% cuando se esperaba un mero 2,2%. Los agoreros dicen que, si el dato de paro de mañana sale malo, los cimientos del 'rally' se tambalearán. Tal vez, pero, mientras tanto, esto sigue subiendo.
Pero el nuevo motor del optimismo en Wall Street es el sector mediático. La OPA hostil de News Corp. (Murdoch) sobre Dow Jones (editora del Wall Street Journal) por 5.000 millones de dólares provocó un subidón del 55% de esta última el martes. Ayer corrigió un ligero 0,4%, pero tomó el relevo Cablevision. La empresa de TV por cable aceptó ser comprada por su familia fundadora, Dolan, para sacarla de bolsa, en una operación valorada en 10.500 millones. Completó la fiesta Time Warner, que subió el 1,7% tras publicar unos beneficios mejores de lo esperado.
En otros mercados, el petróleo cayó hasta 63,68 dólares después de unos datos de reservas más fuertes de lo esperado. Los bonos se dieron la vuelta y cerraron con alzas en precio por las malas expectativas para el dato de paro y a pesar de la fortaleza de los pedidos. Su rentabilidad cayó al 4,64%. El dólar recuperó algo de terreno, pero se frenó enseguida. El euro terminó en EEUU en 1,3586 dólares.