Era de esperar que después de la tempestad vivida en Wall Street la semana pasada ahora volviera la calma. Y así fue en la sesión de ayer. Es más, esta calma fue aprovechada por los alcistas para tratar de recomponer la figura después de los bandazos sufridos. Así, tras una apertura negativa, poco a poco fueron poniendo ladrillos para lograr un cierre ligeramente positivo.
Así, el Dow Jones acabó sumando el 0,21%, el S&P prácticamente repitió y el Nasdaq se anotó el 0,16%. Como ven, se trata de subidas demasiado leves para fiarse de ellas. Sirven para alejar un poco los temores a una corrección en condiciones, pero las dudas persistirán mientras los índices no batan sus anteriores máximos; esos que tanto se les han resistido en las últimas semanas.
La vuelta alcista de ayer tuvo detrás el mensaje del vicepresidente de la Fed, Donald Kohn, que suavizó el de las actas de la última reunión del banco central: la economía está sorteando bien la desaceleración inmobiliaria y las presiones inflacionistas se están suavizando. La fortaleza del dato de empleo conocido el viernes hizo crecer el temor a que la Fed no pueda bajar los tipos en mucho tiempo. Los analistas interpretaron las palabras de Kohn como una puerta abierta a esas bajadas.
El automóvil y la tecnología estuvieron ayer en el punto de mira ante el inicio de las ferias más importante de ambos sectores. Los valores más representativos de los dos subieron moderadamente. En el otro extremo, Motorota cayó el 1,8% después de dar un profit warning tras el cierre del viernes. Alcoa cayó el 1% en vísperas de que hoy dé el pistoletazo de salida a la temporada de resultados. Y hay bastantes temores a una decepción tras la fuerte caída del precio de los metales en la última semana.
En otros mercados, el petróleo intentó proseguir su recuperación pero acabó bajando casi hasta 56 dólares. Ni siquiera las declaraciones de Arabia de que va a hacer efectivos todos los recortes de producción acordados por la OPEP sostuvieron al barril.
A pesar del discurso de Kohn, los precios de los bonos continuaron las caídas del viernes, con lo que su rentabilidad subió hasta el 4,66%. El dólar, sin embargo, sí corrigió frente al euro, que recuperó hasta 1,3019 dólares.