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El Nasdaq destapa el tarro de las esencias en otra sesión que confirma la fuerza de los alcistas
Después de las fuertes oscilaciones del miércoles habían surgido grandes dudas sobre la continuidad de la tendencia alcista, al menos a corto plazo. Ayer algunas de esas dudas se disiparon, en especial dos: que los alcistas siguen vivos y no quieren rendirse y que el Nasdaq, el índice clave de 2007, quiere tomar el mando del mercado.
Así lo demostró ayer con un fuerte tirón del 1,25%, en un día en que los índices tradicionales acabaron planos y gracias, porque se tiraron casi toda la sesión en negativo: el Dow Jones subió un mínimo 0,05% y el S&P 500, el 0,12%.
Algunos operadores comentaban que el desplome del petróleo, aparte de que reduce las presiones inflacionistas y que permite a la Fed bajar los tipos, está provocando una salida de dinero de las petroleras (el sector estrella de 2006) para entrar en tecnología (el rezagado de 2006). A la cabeza del Nasdaq se situó Intel, con un tirón del 4%.
El petróleo aceleró su desplome con una caída superior al 5%, que deja su precio en el nivel más bajo desde junio de 2005: 55,59 dólares. Aparte de lo ocurrido en este mercado, el resto de referencias fueron más bien negativas para la renta variable: las cifras de ventas de los grandes almacenes en diciembre confirmaron una temporada navideña muy floja; el ISM de servicios volvió a bajar; y los pedidos de fábrica crecieron menos de lo esperado.
En otros mercados, los bonos recuperaron en precio y su rentabilidad cayó al 4,61% como reacción a la debilidad económica que sugieren estos datos y las materias primas. El dólar, sin embargo, mantuvo su remontada frente al euro, que cayó a niveles de 1,31.