Cuando el día viene bajista, siempre hay una subida de última hora que lo arregla
Wall Street está tan fuerte, tan tremendamente fuerte, que es dificilísimo bajar un solo día. Como el Ibex 35, vamos. Y cuando parece inevitable la caída -mínima, eso sí-, aparece dinero a última hora para arreglarlo. Nueva subida -también mínima- y todo el mundo de puente, que hoy hay que cenar pavo por Acción de Gracias.
Gracias a este tirón de última hora, el Dow Jones cerró en 12.326,95 puntos, con un alza del 0,04% y después de tocar un máximo histórico intradía de 12.361. Más abultadas fueron las ganancias de los otros grandes índices: el S&P 500 subió el 0,23% y el Nasdaq, el 0,45%.
El peor comportamiento relativo del Dow fue culpa de General Motors, que se desplomó el 4,7% al anunciarse la reducción del paquete del millonario Kirk Kerkorian en la automovilística. Por el contrario, Alcoa recibió su reestructuración con un tirón del 4,2%. La estrella del día fue Dell, que recibió sus grandes resultados trimestrales publicados tras el cierre del martes con un subidón del 9,3%.
El día dejó una caída mayor de la esperada del índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan y una rebaja de las previsiones de crecimiento del Gobierno de George Bush.
En otros mercados, el protagonista fue el dólar, con una fuerte caída a mínimos de cinco meses frente al euro, que rebasó los 1,29 dólares. El petróleo volvió a las caídas y perdió los 60 dólares conquistados la víspera. Finalmente, los bonos continuaron su escalada en precio y caída en rentabilidad, que cerró ayer en el 4,57%.