El respiro del lunes en Nueva York no tenía pinta de tener continuidad y, efectivamente, no la tuvo. Y la caída pudo haber seguido perfectamente. El día careció de estímulos por el lado económico o empresarial, y reinó el desinterés entre unos operadores que miran más al puente de Acción de Gracias que al mercado.
Pero, incluso en días tan aburridos como el de ayer, los alcistas también se imponen. Lo hicieron por un margen muy estrecho, pero lo hicieron: el Dow Jones acabó con un alza mínima del 0,04%, el S&P logró un 0,16% y el Nasdaq se anotó el 0,09%.
Como decíamos, ayer no hubo datos económicos de relevancia. En el lado empresarial, lo más destacado fue la superación de los 500 dólares por parte de Google, que subió el 2,9% tras anunciar descuentos en su plataforma de pago por Internet para estas navidades. También sobresalió el alza del 2,2% de Boeing tras hacerse con un pedido de Korean Air, y la del 2,5% de Alcoa al anunciar despidos.
Pero la gran noticia del día llegó tras el cierre: Dell batió inesperadamente las previsiones de resultados y se disparó el 8% en el after hours, lo que preludia una apertura alcista hoy del Nasdaq y de la tecnología europea.
En el resto de mercados, el petróleo rebotó tras su reciente desplome, y reconquistó los 60 dólares. El dólar no registró grandes movimientos y los bonos continuaron su recuperación en precio, con lo que su rentabilidad cayó al 4,57% en EEUU.