
La industria del deporte no es sólo un motor de espectáculo y de consumo. También supone la oportunidad de desarrollar nuevas infraestructuras que mejoren la oferta de ocio, cultura y turismo de las ciudades que acogen un gran evento deportivo. En el caso de la Copa del Mundo de baloncesto, Las Palmas de Gran Canaria, ha encontrado en el torneo una oportunidad inmejorable para llevar a cabo un proyecto que llevaba sobre la mesa desde hacía más de diez años: levantar un nuevo pabellón que sirva no sólo para acoger los partidos del club local, sino también para atraer un sinfín de espectáculos de ocio de primer nivel a la isla.
El Gran Canaria Arena es la única infraestructura que se ha construido nueva para la celebración de la Copa del Mundo, lo que supone un ahorro en la inversión destinada a la edificación y remodelación de pabellones con respecto al pasado campeonato de Turquía, para el que se levantaron dos recintos deportivos: el Ankara Arena y el Kadir Has Arena de Kayseri. En el caso de España desde un primer momento se apostó por aprovechar las instalaciones de primer nivel ya existentes, algunas de las cuales acogieron el Eurobasket de 2007. En la candidatura original que se presentó a la FIBA sólo figuraban como obras nuevas el Valdebebas Arena (en el caso de que el Real Madrid hubiera desarrollado el proyecto) y el Gran Canaria Arena de Las Palmas.
El grueso de la inversión prevista en infraestructuras inicialmente era de 314 millones de euros, que finalmente ha quedado reducida a 80 millones, según datos aportados por la Federación Española de Baloncesto. Una de las claves de este ahorro está, por un lado, en los 175 millones que iba a costar el recinto madrileño y que finalmente no han sido ejecutados. Por otro, en un ajuste de presupuesto que evitara desviaciones mediante un control del gasto.
De los 80 millones invertidos en los pabellones que acogerán la Copa del Mundo, algo más de 13 corresponden a obras de acondicionamiento y adaptación de las instalaciones de Granada, Bilbao, Sevilla, Barcelona y Madrid. El resto se ha destinado a la construcción del Gran Canaria Arena. Concretamente el presupuesto de esta obra ha sido de 66.957.754 euros y la financiación ha corrido a cargo del Estado, con una aportación de 20 millones vía subvención, del Gobierno de Canarias y del Cabildo de Gran Canaria.
Se trata de una moderna infraestructura con capacidad para acoger a 11.800 espectadores. Este aforo es ampliable hasta los 18.000 asientos mediante la extensión de gradas telescópicas. Además, la Fiba ha destacado el enorme videomarcador que preside el centro de la cubierta y que sigue el diseño de los marcadores de la NBA. Tiene 7 toneladas de peso y permite proyectar imágenes de la pista en 18 pantallas repartidas por toda la instalación.
El Circo del Sol
En el plano deportivo el Gran Canaria Arena permitirá al archipiélago situarse como un escenario de primer nivel para la celebración de eventos deportivos. Además de esta Copa del Mundo el recinto también acogerá la Copa del Rey de Baloncesto en 2015.
Sin embargo el verdadero interés del Cabildo por impulsar esta insfraestructura no está en el baloncesto, sino en las posibilidades de atracción de ocio y turismo del recinto. Así, por ejemplo, el recinto ya ha acogido varios conciertos de música este verano y el próximo 2 de agosto será el escenario de uno de los espectáculos del Circo del Sol. También está previsto que en abril del próximo año Gran Canaria sea una de las etapas de la gira internacional del espectáculo Disney sobre hielo - 100 años de magia-.
La idea que subyace tras el proyecto es que el nuevo pabellón no sea simplemente un bonito recinto deportivo que acoja los partidos de la Copa del Mundo y que, tras el evento, se convierta en una mole de hormigón con bajo uso y sin capacidad de ser amortizado. El objetivo es que una vez que finalice el torneo el Gran Canaria Arena permita hacer de la isla un lugar de atractivo para la celebración de grandes eventos nacionales e internacionales, ya sean deportivos, culturales o de ocio.
Además, cuenta con un polideportivo anexo para la práctica de diferentes disciplinas, un centro de oficinas y una zona comercial, de tal forma que el deporte no sea el único reclamo de explotación los días en que no se celebre ningún evento.