Por si había surgido alguna duda con los resultados finales de 2005 que no hubiera quedado clara con la mejoría del primer trimestre, ayer el líder de los buscadores de Internet exhibió su poderío.
Google duplicó su beneficio en el segundo trimestre hasta 721 millones de dólares (2,33 dólares por acción). Los ingresos se dispararon el 77% hasta 1.670 millones. Ambas cifras destrozaron los pronósticos de los analistas, de un beneficio de 2,22 dólares por acción y unas ventas de 1.640 millones.
Google ha aprendido muy bien la lección de los errores de finales de 2005 (fuertes inversiones en áreas fuera de su negocio básico y pérdida de cuota de mercado frente a la competencia en Internet). Por eso, ha reforzado la calidad y la imagen de su buscador, y está rentabilizando los acuerdos para incluirlo en webs de otras empresas: los sitios asociados suponen ya el 41% de los ingresos, con un crecimiento del 58%. Asimismo, su expansión internacional sigue imparable: los ingresos generados fuera del EEUU alcanzan ya el 42% del total.
Estas cifras contrastan claramente con la nueva decepción de Yahoo, que el miércoles se hundió el 21% en bolsa hasta mínimos de dos años, y acumula una caída del 35% en 2006. Google subió el 5% en el after hours anoche; no parece mucho, pero hay que tener en cuenta que el valor sólo baja el 6% en el año, frente al derrumbe de Yahoo o al 41% que pierde eBay.
Si Google fue la cara, Microsoft fue la cruz. Su beneficio cayó el 24% en el trimestre hasta 2.830 millones de dólares, 28 centavos por acción (el mercado esperaba 30), debido a los fuertes cargos por cuestiones judiciales y al aumento de sus costes generales. Los ingresos crecieron el 16% hasta 11.800 millones, en este caso por encima de las previsiones. Pero su calidad sí decepcionó, porque se sostuvieron en las fuertes ventas de software para servidores y de la consola Xbox, y no en Windows ni en sus programas domésticos.
Con tan pobre bagaje y con la incertidumbre sobre cuándo saldrá de una vez el nuevo Windows, Microsoft tenía que hacer algo para mantener la ilusión de los inversores. Concretamente, hizo dos cosas anoche: dio unas previsiones para el conjunto del año superiores a las del consenso y recurrió al recurso fácil de la recompra de acciones, por un impresionante volumen de 20.000 millones de dólares.
Estos anuncios hicieron que el valor se disparase más del 5% en el after hours, aunque es dudoso que la subida pueda continuar mucho más basada sólo en estos dos elementos. Veremos cuánto crédito está dispuesto a conceder el mercado a Bill Gates.