Las alarmas se han vuelto a activar en Wall Street, que vuelve a mirar con cierto temor hacia abajo mientras la rentabilidad de la deuda soberana a 10 años sigue repuntando. Los soportes clave, situados en los mínimos intradía del año, se encuentran a poco más de un 3,5% de caída.
Así, el Dow Jones ha caído un 1,74% hasta los 24.024 puntos mientras que el S&P 500 se sitúa en los 2.634 enteros tras dejarse un 1,34%. Por su parte, el Nasdaq 100 ha cedido un 2,1% y se queda en los 6.509 puntos básicos.
Desde el punto de vista ténico, no hay ningún cambio ya que, según explica Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader, "esto es algo normal y no altera las posibilidades alcistas. Todavía es pronto para favorecer una reanudación de las subidas y no nos sorprendería ver todavía una consolidación un poco más amplia antes de asistir a la reanudación alcista", continúa.
No obstante, Cabrero avisa de que "para que se ponga en jaque este escenario alcista es preciso que una corrección profundice por debajo de soportes que el S&P 500 presenta en los 2.613 puntos, que es la parte inferior de un hueco al alza y lo que sería el ajuste de dos terceras partes del último rebote", concluye.
Pese a que la temporada de resultados está dejando más sombras que luces esta semana, sobre todo, en el sector tecnológico, los titulares de día se los ha llevado la renta fija que, aunque ya se acercó el lunes, no ha sido hasta hoy cuando la rentabilidad del bono americano a diez años traspasó por unos instantes la barrera del 3% (esa que, para muchos expertos, es significativa porque empieza a ser atractiva y hace competencia a la bolsa).
Por primera vez en cuatro años, el rendimiento de la deuda soberana a una década perforó el 3 por ciento y alcanzó el 3,0014 por ciento intradía, aunque al final la presión vendedora se redujo y relajó esa rentabilidad hasta el 2,98 por ciento. Suficiente para desatar lo que muchos presagian: el nerviosismo en la renta variable.
Volviendo a la bolsa, los movimientos más significativos los han protagonizado las grandes firmas de Internet, que han se han contagiado de las caídas de Alphabet tras presentar resultados y que ceden más de 4 puntos porcentuales en el caso de Amazon, Netflix y Facebook.