El fantasma del estallido de una nueva guerra comercial planea sobre la economía mundial después de que Donald Trump anunciara ayer el aumento de los aranceles a las importaciones de acero -hasta el 25%- y de aluminio -del 10%-. Las ventas, que se produjeron inicialmente en EEUU el jueves, se replicaron en Europa ayer siendo el sector de los recursos básicos el más afectado de la sesión con una bajada del 2,97%.
Entre las caídas destacaron ayer nombres propios como el de ArcelorMittal, para quien la región de Nafta supone el 37% de su negocio. Si bien es cierto que la acerera cuenta con fábricas en EEUU, los inversores temen que el impacto negativo de los aranceles sea mayor que las bondades que se deriven de ellos. Su desplome ayer en bolsa fue del 3,61%, el tercero más abultado del selectivo -por detrás de pérdidas del 4% que afectaron a Técnicas Reunidas y a Siemens Gamesa-; aunque las ventas se extendieron también a otras firmas nacionales con exposición a EEUU como ACS -que perdió un 2,82% en la sesión-, Ferrovial -al caer un 1,53%-, mientras que dentro del mercado continuo los fabricantes de componentes del automóvil, como Gestamp y Cie Automotive se dejaron un 3 y 3,26%, respectivamente, el viernes. Desde Sabadell destacan que, además, esta medida podría tener impacto sobre Tubos Reunidos -con un recorte ayer del 3,28%- y que será mucho más limitado en Tubacex, para quien EEUU supone el 8% de las ventas -retrocedió un 1,62%-. Los analistas tienen claro que mayores tasas a las importaciones repercutirán directamente en el bolsillo de los consumidores -disparando la inflación- puesto que será más caro para las constructoras comprar estas materias primas, y también para las automovilísticas, un sector en horas bajas después de meses de caída de su producción. La sola expectativa de que Trump anunciara esta medida ha elevado un 8,4% el precio del acero en el año. "Los efectos colaterales son más difíciles de cuantificar, pero parece claro que EEUU sería el principal perjudicado: la industria manufacturera comprará más caro, podría dar paso a pérdidas de empleo en el sector (se estima que costó 200.000 puestos una medida similar de Bush en 2002) y, en última instancia, será otro factor más de pérdida de poder adquisitivo para las familias", apunta Bankia Estudios.
La excusa del presidente estadounidense para implantar estas nuevas tasas a las importaciones gira en torno a reducir el comercio desigual que proviene desde China, pero la realidad es que Canadá, México y la Unión Europea serán algunas de las regiones más afectadas, muy por encima del gigante asiático -el undécimo mayor exportador de acero y aluminio a EEUU, con apenas el 2% del total-. El mercado está descontando también la repercusión que tendrá sobre las firmas que cuentan con fábricas en Canadá y México, principales proveedores comerciales de EEUU, que deberán asumir también este tasazo -es el caso de Cie y Gestamp-.
Acerinox es, por contra, la única firma claramente beneficiada por esta medida, ya que su principal fábrica, NAS, está en el estado de Kentucky y supone el 62% de los ingresos de la compañía. Tras repuntar el jueves un 0,66% con el mercado en contra, ayer corrigió un 2,37%.