No cabe la menor duda de que el comportamiento de las materias primas en lo que llevamos de año es muy diferente al de los ejercicios anteriores. Las alzas se imponen en muchos de ellos provocando que de media se revaloricen alrededor de un 0,8%. Con todo ello, las apuestas alcistas sobre muchos de ellos son las más elevadas de la historia. Algo que no impide que los recursos energéticos, y entre ellos el crudo, se estén moviendo a la baja.
Y es que, los dos barriles de petróleo se encuentran cotizando en sus mínimos anuales tras dejarse vivir su peor semana del año en la que el West Texas ha cedido poco más de un 9%, hasta la zona de los 48,5 dólares, y el Brent ha hecho lo propio alrededor de un 8,1%, hasta los 51,4 dólares. Algo que, para los expertos de Ecotrader, significa un "fallo alcista desde resisitencias"
La última excusa que han encontrado los bajistas para imponerse es que según datos del Gobierno estadounidense, los suministros subieron 8.21 millones de barriles la semana pasada, hasta los 528.4 millones de barriles, el dato semanal más alto desde 1982.
Todo ello coincidiendo con que la gasolina y las existencias de combustible destilado disminuyeron, mientras que la producción ascendió. Y es que, si contabilizamos los pozos activos en Estados Unidos, sólo han registrado en lo que llevamos de 2017 una semana a la baja. La anterior sumaron un 1,16%, hasta un total de 744 pozos, según datos de Baker Hughes. Lo que ya hace que haya voces que hablen de una ampliación del acuerdo de la OPEP y otros países no miembros durante la segunda mitad del año.
Tomás García-Purriños, analista de MoraBanc, indica que "el mercado pone su mirada en el repunte de los inventarios en EEUU, pero los inventarios a nivel global están descendiendo desde el cuarto trimestre de 2016, lo que implicaría que el mercado está ya en déficit de oferta. Algo que se confirmaría si vemos un descenso en los inventarios EEUU a partir de este mes, justificados en el retorno a la actividad de refinerías". Además, concluye con que "pensamos que el consenso está infraestimando el crecimiento de la demanda y las perspectivas para 2017".
Desde Bankoa, Jesús de Blas, señala que para el petróleo los 50-55 dólares son "un punto de equilibrio para todos por lo que me cuesta verlo por encima de 55-60 dólares". El experto estima que "el fracking está llevando un camino similar a la energía eólica, con el tiempo se hace más eficiente y necesita cada vez menores precios para ser rentable. Por encima de 55 se reactiva la producción de tal forma que los recortes de la OPEP tienen menos impacto en el precio".
Con todo ello, Antoni Bellfill, director de gestión de patrimonios de GVC Gaesco, reflexiona que "se debería tener en cuenta que la subida (actualmente más estabilizada) del precio del petróleo, provocará un impulso económico a los países exportadores de crudo sin causar un efecto significativo en las cuentas de aquellos países más importadores. Por lo tanto, el hecho de que estos países se vean más beneficiados les permitirá invertir en nuevas plantas de producción e estimular programas de infraestructuras diversas, con lo que aumentará su demanda en commodities como el acero, metales".
Sin embargo, el tono dubitativo, incluso bajista en algunas materias energéticas como puede ser la gasolina, que con una caída de más del 20% se convierte en la que peor comportamiento registra, no se extiende a todos los recursos básicos. Y es que, las apuestas alcistas de los futuros de petróleo, cobre y algodón alcanzaron niveles récord en enero, tal y como recogen los datos de la Comisión de comercio sobre futuros de materias primas.
Daniel Pingarrón, analista de IG, añade que los recursos básicos están "en tendencia alcista desde hace meses, tras caer con claridad", algo que el experto alude a su carácter de "cíclicas" por lo que, continúa, "en un momento en el que hay cierto optimismo con el ritmo económico tras la victoria de Trump, y además, en escenarios inflacionistas, como parece que es el que afrontamos, las materias primas son una apuesta de libro".
Alejandro Núñez, analista de XTB, reflexiona que "las materias primas más favorecidas son los metales industriales tras la reactivación que Trump está realizando en EEUU en este sector al igual que la confirmación de los objetivos del Primer Ministro Chino. Ambas economías apuestan por el crecimiento de su economía en base a la industria".
Esta es la situación que se refleja en los datos de las materias. La más alcista es el plomo con una revalorización desde el pasado 1 de enero de más del 12,5%. En segundo puesto se posiciona también un recurso básico relacionado con la industria: la madera con una revalorización del 11,4%. Por detrás de ellos y cerrando el Top 5 con un alza de más del 10% se posicionan dos aleaciones distintas de aluminio y el paladio. (Ver gráfico)
Sin embargo, para Antoni Bellfill no es sólo optimismo lo que se está viendo en el mercado de materias primas, sino más bien " la capitalización de unas previsiones más realistas que las extremadamente pesimistas que dirigieron los mercados durante gran parte de los últimos años.
Igualmente, no todos los expertos son tan optimistas y llaman a la prudencia. Un ejemplo de ello es Hernán Sánchez, analista CMC Markets, que señala que las alzas y apuestas actuales "no quieren decir que en algún momento el mercado comience a descontar las dudas sobre la evolución del precio de las materias primas al apreciarse el dólar con las medidas de Trump o la menor demanda de China".
Algo que reactivaría el precio del oro y los metales preciosos por su condición de carácter refugio. Según concluye Sánchez "si se produjese un aumento de la volatilidad y de incertidumbre en los mercados, que podría ocurrir en un momento dado si comienzan a surgir dudas en los inversores con aspectos como el Brexit o las elecciones europeas, veríamos como posiblemente se produciría una subida significativa en el precio del oro y en menor proporción pero también en la plata".