La reticencia del BCE a dar más estímulos a la economía lleva al euro a rozar los 1,37 dólares y ni siquiera el buen dato de empleo en EEUU le apea de este nivel.
Se ha hecho de rogar pero la reunión del BCE, en la que decidió mantener los tipos de interés en el 0,25% y sobre todo el excepticismo de Mario Draghi sobre más estímulos a corto plazo para los bancos y por ende para la economía dejaron a en los inversores un claro mensaje: el recorrido del euro sigue siendo al alza.
Solo un buen dato de empleo en EEUU podía cambiar esta sensación y aunque el dato que hoy se ha publicado ha resultado mejor de lo esperado- en noviembre se crearon 203.000 empleos lo que sitúa la tasa de paro en el 7%, la más baja en cinco años - parece no haber sido lo suficientemente contundente como para que el mercado descuente una retirada de los estímulos de la Fed antes de tiempo. Solo así se explica que en la jornada de hoy el euro se haya atrevido a superar su resistencia de los 1,36 dólares e incluso haya rebosado en algún momento de la sesión los 1,37 dólares. "Esto refuerza el comprometido sesgo alcista para trading que mantenemos en tendencia pese a la fuerte e inesperada recaída desde la zona 1,38 dólares por euro", afirma Carlos Doblado, estratega de Ágora A.F. para Ecotrader.
Pero la moneda única no solo ha ganado la batalla contra el dólar. También lo ha hecho contra el yen, contra el que hoy se aprecia más de un 1%, con la alegría que eso supone para nuestra cartera. De hecho, el euro/yen es la operativa de divisas que más beneficios está reportando ya que desde su apertura repunta un 30%. Muy similar es la rentabilidad que acumula la operativa dólar/yen, a la que el buen dato de empleo en EEUU ha permitido que hoy repunte nada menos que un 0,84%.
Pero si hay una divisa que tiene más papeletas para triunfar a corto plazo, esa es la libra (de hecho, esta semana hemos cerrado la estrategia euro/libra). Y ello responde a las buenas perspectivas económicas que se manejan para Reino Unido, que esta misma semana se ha atrevido a mejorar su previsión de crecimiento para 2014 lo que aleja la posibilidad de nuevos recortes de tipos y de más estímulos para su creciente economía, como ya demostró la reunión de ayer del Banco de Inglaterra , lo que puede beneficiar a la larga a dos de nuestras operativas como la libra/dólar y la libra/yen.