La próxima semana dará comienzo una nueva temporada de resultados en Wall Street. Con la agenda fiscal y sanitaria de Trump paralizada hasta nuevo aviso y la Reserva Federal debatiéndose entre palomas y los halcones, todas las miradas están puestas ya en la agenda 'micro' que se abre, por segunda vez este año, y que suele servir como impulso para las compañías en el parqué.
Las cuentas a presentar serán, en su mayor parte, las de un segundo trimestre en el que los expertos esperan que el beneficio conjunto de las empresas del S&P 500 crezca algo más de un 27% lo que, de confirmarse, sería el mayor aumento interanual desde el año 2010. En concreto, estiman que reportarán casi 296.000 millones de dólares de ganancias en el segundo cuarto del ejercicio, frente a los 232.000 millones del mismo periodo de 2016.