Con la pérdida de los 4 euros, habríamos puesto la mano en el fuego por la caída hacia los infiernos de Zeltia.
El aspecto técnico era aterrador más allá de un muy corto plazo en el que el recuento de onda de Elliott invitaba a hacer lo que hicimos: no abrir posiciones bajistas para intentar beneficiarnos de ese infierno. En realidad hubiésemos creado el nuestro pues la operativa pedía un stop loss sencillamente impagable de arranque, como pasa siempre en gráficos de largo plazo.
Cuando la pérdida potencial hubiera permitido otra cosa, hemos visto rally del valor muy apoyado por la biotecnología a nivel mundial, que está destacando con fuerza en los mercados internacionales en los últimos meses. Zeltia lo ha aprovechado para librarse de otro gran zarpazo del oso.
Ahora la tentación es considerar que el valor despliega una especie de patrón de vuelta con confirmación por encima de los 6 euros e irse tras lo poco que sube con convicción. Un patrón que podría incluso devolverla a las inmediaciones de los 10 euros.
Sin embargo, ni el entorno general ni la formación de la pauta son óptimos. Muy pequeño es el movimiento lateral de las últimas semanas, bajo la primera zona de resistencia, como para convenir que estamos en una formación de cabeza y hombros invertido y, sobre todo, el volumen que presenta la recuperación es muy poco llamativo. Y en estos tiempos hay que tenerlo todo de cara para que las cosas salgan bien.
Si no pierde el soporte de los 4,6 euros, rompiendo los 6, es más alcista que bajista.