Telefónica ha sufrido un revés en su pelea con Vivo. El regulador luso ha determinado que las acciones de Portugal Telecom que Telefónica había traspasado la semana pasada siguen siendo propiedad de la operadora española. Con esta decisión se complica más la decisión de la Junta de Accionistas del 30 de junio en la que se tiene que decidir el futuro de Vivo. Telefónica ya tenía claro la semana pasada que tenía que colocar ese 8 por ciento de PT pero su estrategia no le ha servido. Hoy es el último día que compañía española puede subir la oferta.
El regulador portugués concluye que Telefónica mantiene intacta "su exposición a los riesgos y beneficios económicos de las acciones enajenadas" y asegura que "los contratos celebrados con las instituciones financieras a las que se han cedido los títulos contienen mecanismos que permiten a Telefónica recuperar las acciones cedidas".
De esta manera, en la junta de accionistas que se celebrará el próximo miércoles, 30 de junio, los nuevos propietarios del 8 de Portugal Telecom que recientemente vendió Telefónica no podrán votar, ya que la CMVM considera que las acciones siguen perteneciendo a la empresa española.
El pasado 23 de junio Telefónica informó al mercado de su intención de reducir su participación en Portugal Telecom del 10% del capital social y de los derechos de voto hasta el 2,02%. El 24 de junio comunicó al regulador portugués la realización de los contratos de derivados 'equity swap'.