PACTO ANTICORRUPCIÓN
Cuando la corrupción alcanza los niveles a los que ya hemos llegado, el ciudadano se pregunta y ahora qué podemos hacer. La inseguridad que produce es tremenda; la desazón, absoluta y el futuro, desolador. Al corrupto no se le persigue hasta conseguir que devuelva todo lo mal adquirido y así lo hemos visto con Mario Conde. Es verdad que muchos pasan por la cárcel, pero una vez superada esa etapa pueden disfrutar de los bienes de dudosa adquisición. Y otros muchos no terminan ni de pasar por la cárcel y en este momento tenemos ejemplos claros de estos. Ante una situación en la que cada desayuno es un nuevo susto, no queda más remedio que alguien tome las riendas para que se lleve a cabo un pacto contra la corrupción. La figura para liderarlo claramente debería ser la del Rey, pero no es la figura que en este momento goce de prestigio suficiente, por lo que debería salir una persona elegida entre los “lideres” de los partidos políticos. Cuando instituciones como Manos Libres o Ausbanc están también en entredicho, se hace apremiante tomar medidas.