Política de servicio
Lo que la política actual nos deja claro es que falta espíritu de servicio a nuestros representantes y se puede afirmar en un claro plural. Incluso a muchos de nuestros políticos además les falta el concepto de Estado, lo cual viene a significar que se ponen por encima del país los principios propios de la política. Lo que estamos viendo durante estos días en nuestros representantes nos lleva a pensar que los intereses personales son lo que prevalecen y que el bien común se queda en segundo o tercer lugar. Las cartas están al descubierto y todo apunta a que no se llegará a los pactos propios de lo que la ciudadanía ha marcado en las urnas, sino que se pueden llevar a cabo acuerdos que pueden resultar lesivos para la ciudadanía y para el futuro de España. Los políticos no conocen el espíritu de servicio al que se deben, sino que su intento una vez más es medrar para lograr sus privilegios. Así, no.