Desastroso
Los periodistas, a veces somos como ladillas molestas para los políticos. El otro día hablaba con un político de primera fila y le advertía del desastre que se avecinaba, a lo que él me respondió que no me preocupara que agosto es un mes lleno de volatilidad y pronto pasaría. Pues creo que agosto se ha convertido en una trampa para elefantes, con todos los responsables mundiales de vacaciones y los mercados destruyendo miles de millones de euros en valor. Merkel porque no quiere dar su brazo a torcer, sin darse cuenta que no puede aislar a Alemania del resto del planeta; Zapatero porque tiene elecciones; Obama porque tiene minoría en la Cámara de Representantes. Así uno tras otro, el caso es que nos asomamos a una nueva recesión munidal, sin que nadie mueva un dedo. Si acaso hablan es para echarle la culpa al otro, como nuestro presidente, empeñado en apuntar hacia Bruselas. Desastroso, qué quiere que les diga.