El mundo al revés

Telefónica anunció ayer que amplia de tres a cinco años el período de ajuste de su plantilla que podrá llegar a afectar a un máximo de 8.500 personas, en lugar de las 5.000 previstas con anterioridad. Lo curioso de la noticia es que se trata de una propuesta modificada a petición de los sindicatos, cuya misión se supone que es defender el empleo en lugar de destruirlo. A cambio, se contratará a 500 nuevos trabajadores. El acuerdo demuestra que los españoles están deseando de prejubilarse, pese a que el Gobierno aprovechó el anuncido del ERE para poner el grito en el cielo y pedir que las empresas con beneficio no prejubilen. El problema está no las prejubilaciones, sino en las reestructuraciones de empresas en crisis, en las que el empleado se va a la calle con escasos visos de volver a encontrar trabajo.

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