Un zarpazo inesperado
La corrección esperable, con tranquilidad y buenos alimentos, derivó en estampida de toros. Una fuerte caída en tan poco tiempo y con un volumen de negocio creciente no es lo que encaja con nuestro escenario de movimiento alcista por encima de los 12.000 antes de la recaída en tendencia.
Situación de corto plazo:
Se evaporó como por arte de magia toda la fortaleza de nuestro mercado; una fortaleza que llegó a mostrar hasta la apertura de Wall Street, ignorando las sensibles caídas que vivían otras plazas europeas hasta que al otro lado del Atlántico empezó a constatarse que la cosa iba de mal en peor. Podríamos escudarnos en que el recuento de onda de Elliott que mantenemos está vivo, en que mantenemos una directriz alcista...
Pero eso sería olvidar que un recuento similar en los futuros del Eurostoxx era ya anulado, que el aspecto del mercado norteamericano nunca apoyó la salida alcista de forma convincente, o que el Ibex de pequeña capitalización ha confirmado un doble techo tras haber fracasado en la primera resistencia. Perdidos, porque andamos más perdidos que nunca en el errático lateral de los últimos dos meses, tras la caída de ayer no habría que descartar un movimiento bajista hacia los 11.000 puntos.
Situación tendencial:
A medio/largo plazo, el objetivo de caída del Ibex 35 está en los 9.000 puntos. Parece difícil ver al índice claramente por encima de los 12.500 puntos sin que se haya conseguido ese objetivo.
