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La exclusiva finca de los March en Mallorca dobla su precio y pone en jaque al Consell: los detalles de su operación

  • La finca dispone de 200.000 metros cuadrados

Informalia

Mientras Marta Gayá, la antigua amante de don Juan Carlos, vende su barco de más de 20 metros de eslora, hay otros miembros de la jet set española que también sacan al mercado algunas de sus propiedades más lujosas. Con 200.000 metros cuadrados y todo tipo de instalaciones, la familia March pone a la venta su finca Santa Cirga de Mallorca.

En un primer momento, el Diario de Mallorca publicó que el precio de venta por esta mansión era de 13 millones de euros. Sin embargo, el citado diario ha asegurado que ahora ha subido hasta los 20 millones.

Asimismo, se publicó que el Consell de Mallorca anunció "por error" su adquisición, tal y como admitieron sus propios portavoces. La cantidad para reservar la finca era de 1,5 millones de euros, una presupuesto que se aleja considerablemente de los 20 millones que piden ahora por la mansión.

Aunque todavía no se ha reunido con la propiedad para entablar negociaciones, el presidente del Consell, Llorenç Galmés, no abandona su intención de comprar la finca de la familia March si los expertos le confirman que cuesta el valor que se pide por ella.

Esta lujosa finca es propiedad de Leonor March Cencillo y Álvaro Chico de Guzmán, descendientes del banquero Juan March Ordiana (fundador de la Banca March en 1926). Leonor es nieta del banquero Juan March Ordinas, hija de Bartolomé March Servera y de María de los Desamparados "Maritín" Cencillo, condesa de Pernía. Mientras, Álvaro es hijo de Maya Boyer y de Francisco Javier Chico de Guzmán March, marqués de las Amarillas, quien falleció el 30 de octubre de 2011 legando a su primogénito también su título nobiliario.

En esta exclusiva finca se han celebrado grandes eventos, donde hemos visto a parte de la Casa Real española. En 1997, se festejó la boda de Ana Chico de Guzmán March, la hija de Leonor March Cencillo. Entre los más de 300 invitados, destacó la presencia de Felipe VI, quien era amigo cercano del novio, José María Castillejo Oriol, conde de Floridablanca.