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Isabel Pantoja planta a la prensa tras su concierto navideño en Madrid: el cabreo de la tonadillera

Informalia

Gran noche para Isabel Pantoja, que regresó a los escenarios tras una temporada alejada por motivos de salud. La tonadillera ofreció un gran concierto navideño en el Starlite Chistmas en compañía de Luis Cobos, La Húngara y una zambomba de Jerez, entre otras muchas sorpresas. Dos cambios de vestuario y casi tres horas de villancicos con panderetas y coro que hicieron las delicias de los presentes. Una noche mágica que se vio empañada, sin embargo, por la escasa venta de entradas: apenas un 30% del aforo a través de la página web y un 20% en taquilla. Un dato muy llamativo del que se hizo eco la prensa y que no hizo ninguna gracia al hermano de la tonadillera, Agustín, que la convenció para no atender a los reporteros que esperaban entrevistarla tras la actuación.

Según La Razón, estos mismos reporteros habían acordado con el equipo de Isabel esperar a las puertas del IFEMA para hacerle unas preguntas amables a la cantante. Sin embargo, en el último momento, Agustín aconsejó a su hermana eludir el encuentro para evitar más polémicas y la artista montó en una furgoneta de cristales tintados y abandonó el recinto con destino a su nuevo domicilio en La Finca.

Allí celebró con todos los suyos el éxito de la noche. Todo salió a pedir de boca: un sonido espectacular, una Isabel "pletórica", una puesta en escena "cinematográfica" y una alegría contagiosa que Pantoja no quería ver empañada por los problemas familiares que arrastra. De hecho, ni siquiera quiso hacer alusión a sus hijos, Isa y Kiko, sobre el escenario, pero sí envió un "abrazo grandísimo" a su sobrina Anabel, que no pudo asistir pese a estar invitada por su reciente maternidad, y a su "brother" Juan, que la acompañó en el escenario con su guitarra tras más de un año distanciados.